?Boris? se encontraba sobre la mesa de exploración, el motivo de la consulta se debía a la postración y a la falta de apetito de la mascota. Se trataba de un magnífico ejemplar Dálmata de tres años de edad, con todas las características de la raza, su manto blanco con sus múltiples manchas negras en todo el cuerpo.
Por la sintomatología que presentaba todo indicaba un problema en vías urinarias, el problema no era de gravedad, con el tratamiento que se le administró sería suficiente, también se hizo énfasis en el cambio de alimento ya que era muy probable la presencia de arenillas en la vejiga por la dificultad que mostraba al orinar, se especificó el nombre del alimento así como la compañía que lo elabora, a través de los años en la clínica hemos visto que la raza Dálmata tiene una predisposición genética a formar cálculos o ?piedras? en su aparato excretor, así que no se nos hizo tan extraño el padecimiento del paciente.
Pasaron algunas semanas y ?Boris? regresó en estado grave, se arqueaba de dolor por la molestia de su problema renal, la posición del perro era tan clásica que aún recuerdo la fotografía del libro de patología animal de la Facultad de Veterinaria, además presentaba temblores, la vejiga se encontraba dura como piedra y la cara del perro expresaba dolor intenso. Sentí compasión por ?Boris?, las personas que han padecido cálculos urinarios saben a lo que me refiero pues también los he padecido en carne propia esos malestares, inmediatamente controlamos el dolor que es lo más importante en estos casos ya que es la causa principal de los decesos, posteriormente a través de una sonda logramos evacuar la orina acumulada, que más que orina semejaba sangre, afortunadamente reaccionó ?Boris? favorablemente quedando hospitalizado para observar la evolución de su recuperación.
Después de unos días fue dado de alta ?Boris? y su estado de salud era magnífico, se le dieron una vez más las recomendaciones a la persona que se encargaba de sus cuidados, al parecer era el jardinero de la casa, todo parecía que era uno de esos casos en que nos sentíamos orgullosos de nuestro trabajo, pues todo había salido a la perfección.
Pasaron los días y nuevamente ?Boris? se encontraba en estado grave en la clínica, la misma sintomatología con la misma expresión de dolor, una vez más el tratamiento específico para estos casos, se tomaron algunas placas radiográficas y no aparecían los grandes cálculos urinarios, al extraer la orina a través de la sonda esta vez las arenillas eran abundantes, algo andaba mal no era posible esa acumulación de sales si estaba recibiendo una alimentación especial, cuando precisamente eso fue lo que se me ocurrió, revisar el alimento que le administraban, inmediatamente me comuniqué con los dueños de ?Boris? y les pedí que me enviaran el alimento que estaba recibiendo su mascota, en ese mismo instante el encargado de cuidar al perro me llevó el bulto de croquetas y cual va siendo mi sorpresa que no era el alimento que les había recomendado, era todo lo contrario un alimento rico en proteínas lo cual ocasionaba precisamente el acumulamiento de sales en la vejiga, al cuestionar al encargado sobre el alimento que había recomendado desde un principio, me dijo que el de la farmacia veterinaria le había dicho que ese alimento no lo tenían de momento pero el que le vendieron era exactamente el mismo.
Lamentablemente en esta ocasión el sangrado era abundante, y sus riñones mostraban una insuficiencia renal aguda, lo cual auguraba un diagnóstico bastante negro para ?Boris? que desafortunadamente en menos de una semana falleció.
Como lamenté no haber tenido la desconfianza desde un principio acerca del origen del alimento y estoy seguro que ?Boris? aún estuviese con nosotros, por otro lado qué lástima que algunas personas por vender un peso más pierdan todo sentido de ética profesional y sobre todo ocasionen el sufrimiento y la muerte de una mascota.