EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Con el cuerpo de un niño y el talento de un grande, Ricardo Acosta le cumplió a Haydn, a Ramón Shade, a la Camerata de Coahuila y al público que asistió anoche al Teatro Nazas.
El joven pianista de 13 años fue el solista invitado por segunda ocasión de la orquesta local, con el Concierto para Piano en Re Mayor Hob. XVIII:11 de Joseph Haydn, una pieza exigente que el lagunero supo llevar a la perfección.
Seguro y muy concentrado, Acosta se mantuvo en armonía con los músicos de la orquesta. Lució cuando era el momento y esperó cuando tenía que hacerlo. Durante los 20 minutos que duró la obra el joven mantuvo el nivel de exigencia, por lo que al final de su participación la ovación no se hizo esperar, prolongándose por varios minutos durante los que tuvo que regresar al escenario en más de dos ocasiones, hasta que interpretó el fragmento de una obra fuera del programa en agradecimiento.
Luego tocó el turno a su maestra, la pianista Mariana Chabukiani, quien demostró gran destreza en el Concierto para Piano No. 1 Op. 35 de Dmitri Shostakovich, una pieza llena de matices. De la ?broma? a la desolación, de la alegría al baile, Chabukiani transmitió a la perfección los sentimientos que el autor plasmó en esta obra escrita hacia 1933, cuando Rusia era gobernada por Stalin.
Mención aparte merece en esta pieza Jalil Jorge, quien con su trompeta enmarcó los momentos cumbres, aportando desde sigilosas notas de música para cine, pasando por las festivas y hasta llegar a las fatídicas.
Luego del intermedio, la orquesta tuvo oportunidad para lucir al máximo sus instrumentos: violines, violas, cellos, contrabajos, oboes, fagotes, flauta, clarinete, cornos y hasta las percusiones se conjugaron en la Sinfonía en Sol Mayor Hob I:100 Militar. Destacaron especialmente estas últimas, a lo largo de los cuatro movimientos (Adagio-Allegro, Allegretto, Menuetto. Moderato y Finale. Presto) y 28 minutos que mantuvieron a los espectadores en un ambiente festivo, que se prolongó por otros minutos más con el encore obsequiado para terminar la noche.
