En fin de semana Torreón se transforma. La imagen de jóvenes cayéndose a la salida de los antros es ?normal?. Los automovilistas que conducen a gran velocidad bajo los influjos del alcohol, por desgracia también es ?normal?.
Esta cotidianeidad origina trágicos accidentes donde se pierden vidas, y en el menor de los casos las víctimas quedan paralíticas. El mezclar alcohol con gasolina es un deporte extremo donde la mayoría de las ocasiones las consecuencias son funestas.
En Torreón la incidencia de conductores ebrios que participan en percances viales representa el 20 por ciento del total de accidentes ocurridos en los fines de semana.
Con el crecimiento de la ciudad aumentó la oferta para divertirse, pero por desgracia también se han incrementado los accidentes. Las cifras resultan preocupantes: en 2005 fallecieron 12 personas en accidentes viales relacionados con la ingesta de alcohol. En este año, hasta el mes de septiembre había 20 personas muertas en percances automovilísticos donde el causante directo fue el alcohol, de acuerdo a datos proporcionados por Pedro Luis Bernal Espinoza, titular de Tribunales Administrativos.
Por este motivo el Ayuntamiento de Torreón ha decidido poner en marcha el operativo alcoholímetro y aplicar severas multas a los conductores ebrios. Actualmente la infracción asciende a tres mil pesos, pero ya se busca hacer adecuaciones al Bando de Policía y Buen Gobierno para que antes del mes de diciembre tener sanciones más enérgicas para las personas que manejan en estado de ebriedad, con multas que podrían alcanzar entre los 6 y 12 mil pesos y arrestos de hasta 36 horas.
El viernes 6 de octubre fue el primer fin de semana donde se colocaron patrullas en los alrededores de los antros para detectar a conductores pasados de copas, principalmente en el bulevar Independencia y en el Paseo de la Rosita. El marco de acción ya se amplió al bulevar Diagonal Las Fuentes, de la Saltillo 400 al bulevar Rodríguez Triana, además de la calle Múzquiz del Centro de Torreón.
Los operativos están desde las 23:00 horas hasta las cuatro de la mañana, por desgracia hasta el momento no se ha logrado inhibir la combinación de alcohol y volante.
El pasado fin de semana, particularmente el viernes 20 de octubre por la noche, se detectaron 16 hombres en estado de ebriedad. Sin embargo, en pleno acto de rebeldía seis personas evadieron los operativos y protagonizaron cinco accidentes viales en diferentes puntos de la ciudad, donde incluso un agente de Vialidad fue arrastrado por un conductor ebrio.
El 56 por ciento de los detenidos esa noche de viernes era de jóvenes de 19 a 29 años de edad. Cinco más tenían entre 30 y 39 años, uno de 48 y otro de 52 años de edad. La irresponsabilidad no es particular de los jóvenes.
En Monterrey el operativo Antialcohólica ha dado resultados, la incidencia de accidentes ha disminuido considerablemente. Y es que pareciera que golpear al bolsillo es la mejor medida para inhibir a las personas a conducir ebrias. En la tierra del cabrito la multa por manejar borracho alcanza los 22 mil pesos, de ahí que los jóvenes opten por darles las llaves a un amigo al salir del antro o bien regresar a su casa en taxi.
No son pocas las voces que se oponen a este operativo, argumentado la libertad de cada individuo para ingerir la cantidad de alcohol que desee, tachando las acciones del alcoholímetro como posturas moralistas. Y es cierto, cada persona es libre de manejar su vida como más le convenga, pero cuando se viola el espacio de los otros al provocar accidentes existe un problema que el Municipio está obligado a resolver con la participación de la sociedad en su conjunto.
Tanto jóvenes como adultos tienen derecho a divertirse, pero se debe hacer de manera responsable sin poner en riesgo la propia vida y la de los otros.
Para que esta campaña sea un éxito se debe actuar en dos vertientes. Por un lado el Ayuntamiento debe vigilar a los agentes viales de cerca para evitar actos de corrupción, así como de intimidación.
Ya son muchas las quejas que han llegado a la redacción de El Siglo de Torreón de personas que aseguran haber sido extorsionadas con el pretexto de que manejaban ebrios. Una buena acción como el alcoholímetro no debe convertirse en una medida meramente recaudatoria. Por este motivo el alcalde, José Ángel Pérez, debe ejercer una vigilancia permanente en el comportamiento de los agentes, además de que los ciudadanos deben interponer sus denuncias cuando algún elemento lo intente extorsionar.
Por otro lado está el papel de las familias, quizá el más importante, ya que sólo fomentando la educación e inculcando valores, los jóvenes podrán actuar de manera responsable.
Para evitar más accidentes los papás deben ejercer un papel importante de orientación, no sólo ser los responsables de pagar una multa y sacar el carro del corralón.
El crecimiento de la ciudad nos obliga también a madurar como sociedad, de ahí que los padres de familia jueguen un papel fundamental para que sus hijos no se conviertan en una estadística más.
lharanda @
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