Excmo. Dr. don Adalberto Almeida y Merino participó como Obispo de Zacatecas, en todas las sesiones del Concilio Vaticano II, cuyos esquemas estudió con su presbiterio, religiosas y laicos. Puso en práctica la Reforma Litúrgica y comenzó el trabajo de asimilar y aplicar las enseñanzas conciliares. Fue promovido al Arzobispado de Chihuahua. (Excmo. Dr. y Lic. Javier Lozano Barragán, carta de 27 de enero de 1988).
El Dr. Almeida era Obispo de Tulancingo, Hgo., cuando Su Santidad el Papa acordó que se trasladara al Obispado de Zacatecas que desde el 18 de febrero había quedado vacante, porque Monseñor López Aviña fue elevado a la jerarquía de Arzobispo de la Arquidiócesis de Durango, durante cuya ausencia lo suplió como administrador de la Diócesis el Vicario General.
El Profr. Juan N. Carlos en su obra inédita Hist. de una Reg. de Zacatecas, dice: ?el 14 de abril (1962), el Excmo. y Revmo. Dr. don Alberto Almeida y Merino, que fuera Obispo de Tulancingo, Hgo., se hizo cargo de la Diócesis de Zacatecas, por haber sido nombrado para ocuparla por disposición de la Santa Sede. Muy a nuestro pesar nada podemos decir de sus datos biográficos, pero su Pontificado fue de poca duración, pues poco tiempo después (seis años) fue trasladado a la Arquidiócesis de Chihuahua, para ocupar la vacante que dejó al morir el Excmo. y Revmo. Dr. Antonio Guízar y Valencia?.
III CONGRESO EUCARÍSTICO DIOCESANO
Como continuación de las celebraciones del Centenario de la Fundación de la Diócesis de Zacatecas, se acordó ese Congreso, eligiendo como sede la ciudad de Jerez, Zacs.
?Desde el momento en que el Excmo. Dr. señor Obispo de Zacatecas, comunicó oficialmente al señor cura Argüelles que la cabecera de su parroquia había sido designada para que en ella se verificara el III Congreso Eucarístico Diocesano, como uno de los principales actos programados, el infatigable párroco que era infatigable especialista como organizador de esos casos, de inmediato y auxiliado por los sacerdotes que prestaban sus servicios como vicarios cooperadores, se dio a la ardua labor de organizar el evento catequístico de tal manera, que todo saliera a pedir de boca y tanto más, cuando a él asistirían altos prelados de la iglesia mexicana...?.
?...En este día una multitud que no podemos calcular, pero que consideramos en poco más de 50 mil almas, se congregaron en el campo deportivo Zacatecas...?.
?Jerez, de pura cepa provinciana fue sede indiscutible del gran acontecimiento. Décimos grande, porque el no decirlo, sería desvirtuar la grandiosa organización, fruto de los desvelos de Monseñor Rodríguez y del señor cura don Carlos Uriel Argüelles, sería negar la generosa entrega que hizo el pueblo de Jerez; sería taparse los ojos ante el esplendor que revistieron todos los actos; sería miopía no comprender los frutos y objetivos que alcanzó el Congreso?.
APOTEÓTICA DESPEDIDA
?El 19 del mes en curso (Sept. 1969) la grey católica zacatecana se dio cita en el recinto de nuestra Catedral Basílica para asistir a la misa concelebrada por el Excmo. y Revmo. Dr. don Adalberto Almeida y merino ex-Obispo de esta Diócesis y actual Arzobispo de Chihuahua. Acompañaron al digno prelado en esta concelebración todo el V. Cabildo Diocesano y 100 sacerdotes más?.