OBISPOS DE OTRAS DIÓCESIS DE LA REPÚBLICA, NACIDOS EN ZACATECAS
?Hijo de nobles y cristianos padres, poseedores de escudos y blasones y dueños de regular fortuna. Nació el Excmo. Ilmo. Dr. don José Miguel Gordoa y Barrios el 21 de marzo de 1777 en el Mineral de Sierra de Pinos, Zacatecas, en el antiguo reino de la Nueva Galicia.
?Inició sus estudios en el colegio de San Francisco de Sales, de San Miguel el Grande, hoy de Allende, bajo la dirección de los PP Felipenses, los siguió en Zacatecas en el famoso colegio de San Luis Gonzaga y los concluyó en el Real Colegio de San Ildefonso en México; obtuvo los grados de Bachiller en Cánones, derecho civil y filosofía, en la Real y Pontificia Universidad de México y el doctorado en sagrada teología en la de Guadalajara... (Fund. del Obispado de Zacatecas, de Dávila Garibay, Pág. 158).
?El corazón de este dignísimo *******, se conserva aún en el templo parroquial de Pinos, como testimonio del amor que a su patria chica tuvo el prelado?.
?En México fue catedrático de gramática y filosofía en el colegio de San Ildefonso, y presidente de la academia del mismo y también lo fue de retórica, sagrados cánones y derecho civil en esa universidad. En Guadalajara regenteó varias cátedras en el colegio clerical y las de teología y sagrada escritura en el Seminario Conciliar?.
?Asistió a las Cortes de Cádiz como Delegado del M. I. y V. Cabildo de Guadalajara, a la vez que como diputado por Jalisco y Zacatecas y fue presidente de dichas cortes.
?El 29 de junio de 1817 ingresó al coro de la Catedral tapatía como medio-racionero; el 30 de octubre de 1821 ascendió a racionero y el 22 de octubre de 1822 a canónigo lectoral.
?En noviembre de 1824 con motivo de la muerte del Excmo. Señor Cabañas quedó como Vicario Capitular en Sede Vacante y el 28 de febrero de 1831 fue preconizado Obispo de Guadalajara y el 21 de agosto del mismo año consagrado en el Templo de la Profesa en México por el Ilmo. Vázquez, habiendo tomado posesión de la Diócesis el mismo día por medio de apoderado que lo fue el Cgo. Dr. don Diego Aranda y Carpinteiro; entró triunfalmente a la capital de Jalisco el 19 de noviembre inmediato.
?Escribió varias pastorelas, visitó parte de la Diócesis y habiendo enfermado seriamente en Colima, regresó muy grave a Guadalajara donde entregó el alma al Creador la noche del 12 de julio de 1832 a la edad de 55 años?.
Uno de sus biógrafos, el Excmo. Sr. Espinosa y Dávalos, dijo que: ?era verdaderamente humilde, incansable en el ejercicio de su Ministerio, afable, caritativo, respetado de todos por sus virtudes? (tomado del libro Obispado de Zacatecas, de J. Ignacio Dávila Garibi).
Fue uno de esos zacatecanos ilustres, que como vimos, además de tener una familia rica, con títulos y blasones, él era sumamente modesto, estudioso y trabajador, que lamentablemente murió joven, cuando todavía tenía muchas cosas importantes por hacer. Era una de esas almas santas que el Señor llama a su lado, cuando su infinita sabiduría lo determina.