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LONDRES, INGLATERRA.- El líder de los Babyshambles, Pete Doherty, se declaró culpable, ante la justicia británica, de los dos cargos penales presentados en su contra por posesión de heroína y cocaína, clasificadas como drogas de clase A.
Durante su primera comparecencia ante el Tribunal de Magistrados de Ealing, Doherty -de 26 años- admitió poseer estas sustancias ilegales durante su arresto el pasado 30 de noviembre, según confirmó su representante, Tony Linkin.
Las drogas fueron halladas por la policía en una de las ruedas del Jaguar manejado por el cantante, quien fue detenido por sobrepasar los límites de velocidad en la calle Cleveland (situada al oeste de Londres).
Según relató el fiscal del caso, Bryony Darbyshire, la policía advirtió que Doherty se encontraba presuntamente bajo la influencia de "algo", ya que sus ojos estaban vidriosos y sus pupilas dilatadas.
En el momento de la detención, Doherty, conocido por su relación con la supermodelo británica Kate Moss -de 31 años-, reconoció a los oficiales que encontrarían drogas, si registraban el auto.
De acuerdo con el fiscal, los agentes hallaron un total de tres paquetes de heroína de 0.875 gramos y uno de cocaína, de 0.234 gramos.
Doherty, quien ha confesado públicamente su adicción a las drogas, fue trasladado la comisaría, donde dio positivo en el examen por consumo de drogas y fue interrogado, antes de ser puesto en libertad bajo fianza.
Durante la segunda parte de la vista, Doherty, vestido con una americana negra y un jersey de punto de color crema, culpó a los medios de comunicación por su intensa cobertura.
Una vez concluida la sesión, a la que el cantante llegó una hora tarde, el antiguo líder de la banda The Libertines abandonó la corte, bajo fianza.
Rodeado de fotógrafos, reporteros y aficionados, el popular músico firmó autógrafos a las puertas del Tribunal de Magistrados, ante el que deberá presentarse de nuevo el ocho de febrero.
En el momento de su detención, el músico acababa de regresar de la clínica de desintoxicación de Meadows, situada en el estado de Arizona (Estados Unidos), donde inició un intento fallido de terminar con su drogadicción.
Con motivo del caso, Kate Moss deberá también regresar de Estados Unidos, después de que la policía solicitara su presencia para ser interrogada. El popular rockero ocupó las portadas y titulares de la prensa mundial el pasado septiembre, cuando fue fotografiado, junto con la supermodelo británica, inhalando cocaína en un estudio de música londinense.
El escándalo, desatado por la publicación de estas imágenes en el tabloide Daily Mirror, provocó una gran polémica pública, que costó a Moss la ruptura de lucrativos contratos de representación.
Según la prensa local, la incapacidad de Doherty de seguir un tratamiento de desintoxicación, al que sí se sometió la modelo, provocó la ruptura de su relación en noviembre, después de cerca de 11 meses de romance.
Tras su detención en noviembre, el cantante de rock fue de nuevo arrestado a mediados de diciembre, por conducir presuntamente bajo los efectos del alcohol o las drogas, detención por la que deberá presentarse en comisaría en febrero.
Durante el registro del vehículo, la Policía Metropolitana halló diversas sustancias sospechosas, que son analizadas en el laboratorio.
También en octubre, Doherty fue arrestado tras una actuación de los Babyshambles por presunta posesión de drogas, aunque la policía decidió archivar el caso.
Su adicción al crack y la heroína le valió su salida del grupo Libertines, después de cumplir una breve sentencia de cárcel por robar en el apartamento de un compañero de la banda.