EFE
Málaga (España).- El pintor español Pablo Picasso recibió, a pocos días del 125 aniversario de su nacimiento y a más de 33 años de su muerte, el reconocimiento como hijo predilecto de Málaga, del que no pudo disfrutar en vida debido a motivos políticos.
La distinción a título póstumo fue recogida por la nuera del artista, Christine Ruiz Picasso, y por el hijo de ésta, Bernard, ya que ambos son los grandes artífices del regreso del pintor malagueño a su ciudad natal a través de sus obras.
En un breve discurso en francés, traducido al español por Bernard, Christine mostró la "emoción" y la gratitud por este nombramiento a la Diputación de Málaga (organismo de gestión provincial), que lo aprobó el pasado 19 de septiembre por unanimidad de todos sus grupos políticos.
Recibir este título de hijo predilecto supone un "honor personal y seguramente también para don Pablo", como se refirieron Christine y Bernard al artista durante el acto.
Christine, asidua de Málaga desde que comenzó a gestarse el proyecto del Museo Picasso a principios de la década pasada, visitó esta ciudad por primera vez en 1954, junto al primogénito de Picasso, Paul -que después se convertiría en su marido-, para cumplir el sueño de su suegro de exponer obras en su ciudad natal, algo que fue imposible entonces a causa de la situación política.
Por su parte, Bernard fue siempre un apasionado de la obra de su abuelo y se esforzó por acercar al público la obra de Picasso con la exhibición en todo el mundo de su importante colección particular y con la creación de una empresa de edición fotográfica desde la que ha contribuido al estudio y la difusión de sus obras.
El presidente de la Diputación de Málaga, Salvador Pendón, comparó la creación de Picasso, "iconoclasta por excelencia y paradigma del arte de las vanguardias históricas", con la de los artistas renacentistas, y agregó que su relación con el arte fue "completa, apasionada e intensa".
Según Pendón, Picasso fue un "amante acérrimo de la libertad como máxima expresión del ser humano" y vivió siempre como "abanderado de ella", por lo que, quizás, "se atrevió a romper con muchos convencionalismos y a ser el máximo defensor de un arte sin prejuicios".
