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BEIRUT, LÍBANO.- El portavoz del parlamento libanés Nabih Berri, aliado de Jezbolá, sorprendió al afirmar que es tiempo de pláticas de paz con Israel, en una entrevista difundida ayer, al tiempo que las bombas racimo seguían cobrando vidas en su país.
?Ahora es el tiempo para traer a la mesa el asunto de volver a las negociaciones de paz. Es posible que ahora sea un tiempo muy apropiado para las pláticas de paz?, estimó Berri en declaraciones al diario árabe Al Arabiya.
Los comentarios de Berri fueron considerados una señal positiva en el conflicto israelí-libanés, ya que el funcionario es bien conocido por la estrecha relación que mantiene con el jeque Hassan Nasrala, secretario general de Jezbolá (Partido de Dios).
Berri explicó que el hecho de ser cercano al movimiento shiita libanés, sin ser realmente parte del mismo, le ha permitido desempeñar un importante papel como mediador entre Jezbolá y las partes externas.
El parlamentario libanés estimó que las negociaciones de paz con Israel deben tener como base la iniciativa saudita que se pronuncia por la retirada israelí a las fronteras de 1967, la creación de un Estado palestino y el retorno de los refugiados.
Las declaraciones del aliado de Jezbolá se producen a dos meses de que Israel y el grupo lograron pactar un alto fuego tras 34 días de combates en Líbano, que estallaron el pasado 12 de julio, cuando los activistas secuestraron a dos soldados de Tel Aviv.
A dos meses de concluido el conflicto, la situación en Líbano continúa siendo crítica por la presencia de las bombas racimo sin estallar que Israel lanzó contra esa nación y que, de manera diaria en promedio, causan lesiones a unos tres libaneses.
El grupo Acción de Minas, con sede en Londres y que realiza los trabajos de localización de bombas sin estallar en Líbano, informó en reportes citados ayer jueves por la prensa israelí que se han localizado unos 770 sitios con bombas racimo en la nación árabe.
La agrupación indicó que han logrado desactivar con éxito unas 45 mil bombas sin estallar en territorio libanés, pero enfatizó que aún quedan ?cientos de miles? en espera de detonarse al menor movimiento y seguir cobrando vidas.
Desde que se alcanzó el cese al fuego entre Israel y Jezbolá, el pasado 14 de agosto, las bombas racimo se han cobrado la vida de 20 personas al tiempo que han causado lesiones a unas 115.
Por su parte, el grupo estadounidense Human Right Watch señaló ayer jueves que Jezbolá también lanzó bombas racimo contra poblaciones de Israel, de acuerdo con reportes de la Policía israelí.
Según el grupo de derechos humanos, las municiones racimo empleadas por Líbano serían cohetes de 122 milímetros de manufactura china, cada uno de los cuales llevaría consigo 39 pequeñas cargas capaces de disparar cientos de balas.
Jezbolá no ha hecho declaraciones respecto a la acusación en su contra y en general ha mantenido un perfil bajo tras el fin de la batalla que se saldó con la muerte de alrededor de mil 200 civiles libaneses y de unos 157 israelíes, la mayoría de ellos soldados.
