LLAMADO| "DEPENDE EL FUTURO DEL MUNDO DE LAS BUENAS RELACIONES", AFIRMA EL PONTÍFICE.
Se reúne el Papa con diplomáticos de países musulmanes para aclarar controversia.
AP
CASTELGANDOLFO, Italia.- El Papa Benedicto XVI dijo ayer a diplomáticos de países musulmanes que ?nuestro futuro? depende de las buenas relaciones entre las dos religiones, al tratar de poner fin al entredicho surgido por sus comentarios sobre el Islam.
La reunión con los embajadores árabes e islámicos acreditados en la Santa Sede se produjo como consecuencia de la controversia causada por las palabras del Papa el 12 de septiembre, cuando citó las palabras de un emperador bizantino quien consideró que algunas enseñanzas del profeta Mahoma eran ?malas e inhumanas? particularmente su ?orden para propagar la fe mediante la espada?.
El Pontífice también citó palabras de su predecesor, Juan Pablo II, quien mantuvo estrechas relaciones con el mundo islámico, y pidió que exista ?reciprocidad en todos los campos?, entre ellos la libertad religiosa. Benedicto XVI habló en francés a los diplomáticos de 21 países y de la Liga Árabe en su residencia de verano en Castelgandolfo, cerca de Roma.
Luego de un discurso de cinco minutos en un salón del palacio papal, Benedicto XVI saludó a los embajadores y conversó algunos momentos con cada uno de ellos.
?Las circunstancias que han dado origen a nuestra reunión son bien conocidas?, señaló el Papa, aludiendo a sus comentarios sobre el Islam formulados el 12 de septiembre en Regensburgo, Alemania.
Tras la reunión, el embajador de Irak ante la Santa Sede dijo que las palabras pronunciadas ayer por el Papa deberían poner fin al furor despertado por sus señalamientos.
?El Santo Padre expresó su profundo respeto por el Islam. Eso era lo que esperábamos?, dijo el representante iraquí Albert Edward Ismail Yelda. ?Es ahora el momento de dejar atrás lo ocurrido y tender puentes?, señaló el diplomático tras abandonar la residencia del Pontífice.
En su discurso a los embajadores de países islámicos, Benedicto XVI dijo que cristianos y musulmanes deben trabajar de manera conjunta para ?proteger contra toda forma de intolerancia y oponerse a toda manifestación de violencia?.
Señaló luego que el diálogo entre cristianos y musulmanes ?no puede reducirse a algo opcional. Es, de hecho, una necesidad vital de la cual, en gran medida, depende nuestro futuro?.
No obstante, no ofreció disculpas directas sobre el asunto.
El reverendo Martin Schuck, un teólogo germano, dijo que el Papa no podía retractarse de sus comentarios, pues eso significaría una ?rendición intelectual? ante el islamismo radical.
Iglesia Católica tuvo épocas violentas
Las referencias del Papa Benedicto XVI a aspectos sombríos de la historia del Islam han abierto otro tipo de reacción para su Iglesia, al realizarse nuevos exámenes de su pasado como instrumento de conquista e inquisición, y como patrocinante de misioneros cuyo fanatismo a veces los enfrentó con otras creencias religiosas.
Ali el Samman, presidente del comité de vínculo entre creencias del Alto Consejo Islámico, en Egipto, señaló que ?existe la impresión entre los musulmanes que el Papa estaba diciendo, ?Nosotros somos superiores y no tenemos problemas??. Pero, añadió El Samman, ?la historia lo desmiente?.
El Vaticano ha intentado en años recientes librarse de cierta reputación histórica incómoda. En 2001, el Papa Juan Pablo II ofreció disculpas por las cruzadas medievales, consideradas tanto por musulmanes como por ortodoxos cristianos como invasiones occidentales.
Entre otros episodios, los cruzados, en 1099 capturaron Jerusalén y comenzaron ataques masivos contra su población, incluidos judíos y musulmanes, señalan los historiadores. En el interín, por la misma época, el mundo musulmán vivió una era dorada, en materia de ciencias, medicina y filosofía. El centro intelectual estaba en esa época en Bagdad.
A fines del siglo XV, los cristianos comenzaron una expulsión de judíos y árabes de España. Sólo podían quedarse aquellos que se convertían al cristianismo.
Y luego, los tristemente célebres tribunales del Santo Oficio comenzaron a perseguir y a quemar en las hogueras a miles de ?herejes?. Uno de los condenados por la inquisición fue el célebre científico y astrónomo Galileo Galilei. Recién durante el reinado de Juan Pablo II la Iglesia ?rehabilitó? a Galileo. Juan Pablo II escribió que ?la Inquisición representa casi el símbolo... del escándalo?.
?Ninguna religión está exenta de periodos pecaminosos?, dijo el reverendo Khalil Samir, un representante del Vaticano en Líbano que intenta establecer vínculos entre religiones. ?Admitir eso es un paso importante para la real comprensión y el diálogo?.