EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Durante la temporada navideña, el Centro de Integración Juvenil recomienda a los padres de familia estar al pendiente de sus hijos, pues pueden convertirse en bebedores ?explosivos?, es decir, personas que se embriagan sólo los fines de semana o en fechas especiales, pero lo hacen hasta perder el control de sí mismas.
Beatriz Montemayor González, directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ), dijo que es necesario que la gente conozca cuánto alcohol pueden tomar para no embriagarse, ?para los varones adultos es una copa cada hora, no más, ya sea una cerveza o un caballito, lo que sea, y se recomienda que no se exceda de tres o cuatro por noche y no más de tres veces a la semana, de lo contrario el hígado comenzará a sufrir daños?.
?En el caso de las mujeres el consumo es menor, debe ser menor a los tres cuartos de copa de alcohol porque metabolizan más difícilmente el alcohol, y en caso de los adolescentes, el consumo debe ser aún menor?.
Explicó que el consumo de alcohol depende del Índice de Masa Corporal (IMC) y de la cantidad de grasa en el cuerpo de las personas, ?hay que tener mucho cuidado y estar muy al pendiente de saber cuándo nos excedimos?.
Beatriz Montemayor González recomendó no traer siempre el vaso en la mano, evitar mezclar el alcohol con refresco o agua mineral, ?hay que comer cosas grasosas porque esto impide la absorción por el intestino?.
Los padres, dijo, deben estar muy al pendiente y no olvidar que son modelos de conducta para sus hijos, ?si hay una familia que tiene un problema de alcoholismo en casa, lo más seguro es que esa historia se vaya a repetir con un 95 por ciento de probabilidad?.
El consumo de alcohol en el norte del país, es mal alto que el sur, dijo la directora del CIJ, ?hay que tener mucho cuidado con los bebedores explosivos porque al momento de que se alcoholizan, representan un gran riesgo, por eso es necesario medirse?.
Consecuencias
Algunas consecuencias de beber sin moderación:
Deprime el Sistema Nervioso Central.
Los efectos varían de una persona a otra y según las circunstancias en que se bebe, así como el peso corporal del bebedor, la presencia de alimentos en el estómago, el tipo de bebida, la cantidad y la velocidad con que se ingiere.
Durante un episodio de intoxicación, la persona pasa por diferentes etapas:
Al inicio es comunicativa, sociable y se siente eufórica.
Luego, se le altera el juicio, la coordinación motora y el equilibrio.
Después sufre confusión mental, dificultad para entender y pronunciar palabras; visión borrosa; marcha tambaleante; se muestra agresiva, llora o ríe sin motivo.
Si continúa bebiendo, pierde el equilibrio, presenta somnolencia y vómito.
Por ultimo se deprime profundamente, pierde la conciencia y los reflejos, queda "anestesiada" y puede morir por broncoaspiración del vómito y paro respiratorio.
FUENTE: Centro de Integración Juvenil