El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- La Unidad Deportiva Nazario Ortiz Garza, ubicada a espaldas del Estadio de la Revolución, es por su ubicación una de las mejores opciones que tiene la ciudadanía torreonense para disfrutar de la práctica deportiva, sin embargo, su tamaño ya no corresponde a las necesidades cada vez mayores de la propia comunidad, y sus instalaciones requieren de una mayor inyección de recursos.
De acuerdo a los propios trabajadores del lugar, el principal problema que enfrentan es la falta de agua para el mantenimiento de las áreas verdes y, desde luego, el riego del campo de futbol y softbol, el primero totalmente de tierra y el segundo con pasto, pero ambos con grandes necesidades de agua para su adecuada operación.
De acuerdo a estos elementos, se tiene una cisterna con capacidad de diez mil litros, pero resulta insuficiente para cubrir el total de las necesidades existentes, de ahí que sea imperante la instalación de un depósito mayor.
Ante ello se da prioridad a las instalaciones que más requieren del líquido y se sacrifican otras en las cuales los daños pueden ser menores, como el campo de futbol, cuyo terreno es arenoso y no es objeto de una adecuada compactación desde hace algunos meses, lo que provoca tener un campo pesado, generador de una gran cantidad de polvo que afecta al medio ambiente de la ciudad.
Otras de las áreas, que en términos generales están bien pero requieren trabajo de limpieza, son las canchas de usos múltiples, que presentan grran cantidad de piedras, tierra y arena sobre la plancha de concreto, así como algo de basura en sus alrededores.
Los propios trabajadores señalaron que durante el día el lugar luce prácticamente desierto, al ser apenas unas cuantas personas las que acuden a realizar alguna actividad física, mientras que por la noche este espacio es un auténtico hervidero de deportistas que asisten.
