WASHINGTON, (Reuters) - La capsacina, que es el componente picante de los ajíes, puede causar que las células del cáncer de próstata se maten a sí mismas, dijeron investigadores de Estados Unidos y Japón.
La sustancia provocó que se suicidaran el 80 por ciento de las células del cáncer de próstata de humanos que crecían en ratones, en un proceso conocido como apoptosis.
"La capsacina tuvo un profundo efecto antiproliferativo sobre las células de cáncer de próstata en cultivos", dijo el doctor Soren Lehmann del Centro Médico Cedars-Sinai y de la Escuela de Medicina de Los Angeles de la Universidad de California.
"También desaceleró fuertemente el desarrollo de tumores de próstata formados en aquellos crecimientos de líneas de células de humanos en los ratones", agregó.
Aunque es mucho más fácil curar el cáncer en ratones infectados con tumores humanos que en las personas, los hallazgos sugieren un posible tratamiento futuro.
También podría ofrecer una buena excusa a los hombres que les gusta la comida picante para comer más de ella.
Lehmann estimó que los ratones ingieren un equivalente humano de 400 miligramos de capsacina tres veces a la semana. Esta es la cantidad que se encuentra entre tres y ocho ajíes habaneros frescos, dependiente de cuán picantes son.
La capsacina inhibe la actividad de la NF-kappa beta, un mecanismo molecular que ayuda a la apoptosis en varios tipos de células.
El cáncer de próstata es el más común de los cánceres malignos entre los hombres en Estados Unidos. Es diagnosticado cada año en 232.000 personas y mata hasta 30 mil de ellos.
En todo el mundo, 221 mil varones mueren al año de la enfermedad.
