El artista Isaac Holoschutz visita la Casa Sonrisa de Torreón para leer cuentos a los niños y de paso dejar su legado artístico
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- En noviembre de 2001 Isaac rompió una pluma, pintó en un trozo de papel y Ernesto Chapa, coordinador nacional de la estrategia Cautivarte, ofreció comprárselo por 50 dólares. Con esto, Isaac compró pañales para viejitos para el asilo de ancianos donde laboraba en aquel tiempo.
A partir de ese momento, Isaac Holoschutz decidió pintar y cambiar sus obras por donativos para mantener a las instituciones. Y ahora regala a Torreón uno de sus murales, con motivo del Centenario, el cual puede ser visto desde ayer en la esquina de Ocampo y Mariano López Ortiz.
?Me di cuenta de que la pintura puede generar recursos para cosas filantrópicas y a razón de eso empecé a hacer eventos en 2002?, cuenta el artista. ?Me inicié haciendo una exposición magna donde participaron más de 279 pintores, el maestro muralista Raúl Anguiano me inauguró mi muestra de pintura y de ahí llevo más de 400 exposiciones de noviembre de 2002 a la fecha?.
Isaac Holoschutz, artista judío mexicano, visitó la Casa Sonrisa en Torreón, donde contó un cuento a los niños y pintó con ellos un mural. Su obra ha sido expuesta en más de 15 países del mundo y en toda la República Mexicana. Dentro del programa Cautivarte, del Partido Acción Nacional (PAN), Isaac pintará diferentes murales para promover el arte y la cultura entre la población.
Desde los seis años comenzó su entrenamiento como boy scout y 13 años más tarde buscó brindar ayuda en asilos, orfanatorios, casas-hogar y hospitales como cuenta-cuentos. Posteriormente, participó como voluntario en la Cruz Roja y hospitales tanto públicos como privados.
Para vivir, Isaac se dedica a las bienes raíces. Como pintor ha donado su obra a orfanatorios, asilos, hospitales, becas para niños, instituciones de mujeres golpeadas, síndrome de Down, Sida, cáncer, mujeres embarazadas, causas que le han llevado a diferentes partes del mundo.
?Este año rompí récord, vendimos un cuadro de tamaño carta en siete mil 200 dólares en San Francisco para becas para niños?, indica, ?yo dono los cuadros y los venden, o si no decoran orfanatorios y asilos, más de 80 orfanatorios al día de ahora cuentan con una obra mía?.
Mientras pinta con los niños, Isaac les cuenta cuentos y les induce el hacer buenas acciones: ?Yo cobro al que me escucha el intercambio de que hagan una buena acción a alguien más, ese es mi cobro y me encanta regresar a cobrarles?.
En estos cinco años de trayectoria artística, Isaac ha adoptado a diversos viejitos, uno de ellos, le agradeció el haberlo metido a ?un paraíso?, cuando lo registró en un asilo de ancianos, pues el anciano estaba inmensamente feliz de recibir tres comidas al día y un lugar caliente para dormir.
?Si todos hacemos una buena acción al prójimo, vamos a tener un mejor país?, señala. Isaac lleva su mensaje impreso en cada una de las 120 mil postales que ha obsequiado: ?Prefiero quedarme con la confusión que me permite trabajar divirtiéndome, ésta es la forma que he elegido para darme a los demás, ayudar a quien más lo necesita, al final no hago otra cosa que trabajar con la luz, los colores y las imágenes?.
