El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Ya ha pasado más de un mes y las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) siguen agotando líneas de investigación para tratar de esclarecer el crimen de la trabajadora social Yolanda Moreno Ramírez, de 33 años.
Sobre el caso se informó que ya se entrevistó a personas que integraban los cada vez más diferentes círculos sociales en los que se desenvolvía la mujer que fue ultimada dentro de su casa del fraccionamiento Santa Bárbara la madrugada del nueve de diciembre de 2005.
El crimen de Yolanda, empleada de la Jurisdicción Sanitaria número siete con sede en Francisco I. Madero, fue el único de los 33 homicidios violentos registrados, que no se esclareció durante el año pasado.
Sólo el tinte pasional sigue figurando en el posible móvil del asesinato, toda vez que se descartó la línea del robo e incluso el abuso sexual, a pesar de que después de días y en base a resultados de pruebas especiales, se determinó que la víctima fue objeto de violación.
Como se informó en su oportunidad, fue en la agencia del Ministerio Público donde en base a dictámenes, se estableció que además de los golpes en la cabeza y el estrangulamiento, sí hubo un ataque sexual contra la trabajadora social.
Sobre el hallazgo del cuerpo el día de los hechos se indicó que fueron compañeros de la Secretaría de Salud los que acudieron a la casa marcada con el número 231, de la cerrada Santa Bárbara, del fraccionamiento del mismo nombre, que su ubica a unos metros del bulevar Torreón-Matamoros.
Fue la madrugada del viernes nueve de diciembre que se cometió el crimen y en la sala de la casa había sangre por todas partes que conducía a las escaleras y la planta alta, donde estaba la joven que fue estrangulada y brutalmente golpeada con un objeto similar a un martillo o un tubo de metal que le dañó la cabeza y le desfiguró el rostro.