Admiten que el Gobierno contó con asesores venezolanos para la nacionalización.
Agencias
LA PAZ, Bolivia.- El Gobierno de Bolivia no descartó ayer la posibilidad de confiscar acciones de algunas petroleras para hacerse del paquete mayoritario en cuatro de las empresas más importantes del sector, como parte de la nacionalización de los hidrocarburos que decretó en la víspera.
En declaraciones a radio Fides, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que si las empresas Andina, Chaco, Transredes y la brasileña Petrobras, en su división refinería, no aceptan vender sus acciones al Estado para que obtenga el ?50 por ciento más uno? del paquete ?puede procederse a la confiscación?.
El presidente de Bolivia Evo Morales firmó el lunes un decreto que ?nacionaliza las acciones? necesarias de esas empresas, para que la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) pueda tener la mayoría accionaria y el control de esos consorcios.
El 50 por ciento de las acciones de Andina pertenecen a la hispano-argentina Repsol YPF, la británica British Petroleum controla directa o indirectamente el 50 por ciento de Chaco; y la anglo-holandesa Shell y un consorcio resultante de la quiebra de la estadounidense Enron tiene el 64 por ciento de Transredes.
En tanto, la división de refinerías de Petrobras le pertenece enteramente a esa empresa. García Linera confirmó que el Gobierno no se reunió con las petroleras para comentarles sus planes de nacionalización, pero adelantó que se reunirá con ellas ?de inmediato?.
El Gobierno da por sentado que podrá apropiarse de las acciones restantes en esos consorcios, que en realidad pertenecen al pueblo boliviano, no al Estado, y a los trabajadores de YPFB antes de que fuera parcialmente privatizada y convertida, en la parte estatal, en un mero ente administrativo.
Pero el presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz, la capital de la economía boliviana y donde están las sedes de las transnacionales petroleras, Gabriel Dabdoub, rechazó la medida al señalar que se trata de ?una confiscación?.
Morales anunció el lunes que las acciones de los bolivianos, valuadas en libros en cientos de millones de dólares, deberán pasar a propiedad de YPFB, para que la empresa estatal nombre directores en las juntas directivas, de manera que el Estado tenga mayoría en ellas.
Dabdoub también calificó de ?show mediático? al despliegue ordenado por Morales de las Fuerzas Armadas a varias instalaciones petroleras, supuestamente para evitar ?sabotajes? dentro o desde fuera de las plantas.
Pero el ministro de Defensa, Walker San Miguel, dijo que la movilización militar obedeció al propósito de ?sentar soberanía? y hacer un ?control, de orden preventivo?.
Señaló que toda vez que no se registraron incidentes, ?es posible que las Fuerzas Armadas se replieguen en las próximas horas?. Morales y García Linera habían afirmado el lunes que las Fuerzas Armadas se habían desplegado para ?tomar? las instalaciones petroleras.
El vicepresidente negó también a Fides que el plan boliviano de nacionalización fuera una ?copia? de las recientes medidas tomadas por Venezuela en el sector hidrocarburífero de ese país, aunque admitió que el Gobierno boliviano contó con asesores venezolanos.
?Esto no tiene nada qué ver con Venezuela?, dijo. Señaló también que el Gobierno de Morales recibió la colaboración de consultores franceses y españoles.
Desde la Oposición arreciaron las críticas sobre un supuesto sometimiento de Morales a planes y órdenes del presidente venezolano, Hugo Chávez, de quien dice ser admirador.
Samuel Doria Medina, jefe de la Unidad Nacional (UN), la segunda Fuerza opositora en el Congreso acusó a Morales de llevar a Bolivia por el camino de la ?radicalización? de Chávez contra ?el mundo globalizado? y dijo que el país será sometido por éste ?a cuarentena?.
La información publicada en los medios nacionales referida a la marcada preocupación en el exterior, particularmente en España y Brasil por la nacionalización, contrastaba ayer con el clima de algarabía que se desató en sectores populares después de conocerse la medida.
Se reunirán Lula y Morales
Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Bolivia, Evo Morales, se reunirán ?en los próximos días? para discutir los alcances de la nacionalización del petróleo y el gas en esa nación andina, informaron fuentes oficiales.
En una nota divulgada ayer, la Presidencia brasileña informó que Lula y Morales conversaron telefónicamente sobre la medida que anunció el lunes el Gobierno boliviano, que afecta directamente los intereses de la empresa estatal Petrobras en ese país.
En el comunicado, el Gobierno de Lula reconoce la ?soberanía? de la decisión, pero aclara que ?actuará con firmeza y tranquilidad en todos los foros, en el sentido de preservar los intereses de Petrobras?.
Sostiene que ?llevará adelante todas las acciones necesarias para garantizar una relación equilibrada y mutuamente provechosa para los dos países? y explica que Morales le ha garantizado a Lula que no se verá afectado el suministro de gas boliviano a Brasil.
Espera méxico no se altere plan para importar gas
El Gobierno mexicano respeta la ?decisión soberana? del presidente de Bolivia, Evo Morales, de nacionalizar los hidrocarburos y espera que ello no altere su intención de importar gas natural del país andino, informó ayer el portavoz, Rubén Aguilar.
?México respeta a los otros países y el Gobierno boliviano está en su decisión soberana de realizar ése y otros actos en el marco de sus leyes y de la propia soberanía que el pueblo le concede?, declaró a la prensa Rubén Aguilar, portavoz de la Presidencia. Añadió que ?en principio?, el Gobierno ?no esperaría? que la decisión de Morales ?cambie las intenciones? mexicanas de comprar gas al país sudamericano.