NUEVA YORK (AP) .- Un fósil de 150 millones de años hallado en el sur de Alemania ha provocado una controversia entre los paleontólogos acerca de la aparición de plumas en la estirpe de dinosaurios que desembocó en la aparición de las aves.
El fósil es un dinosaurio carnívoro joven de unos 76 centímetros de largo que los paleontólogos bautizaron Juravenator, por los montes Jura donde lo hallaron.
Sería algo similar a los veloces depredadores que amenazaron a una niña en la playa en la escena inicial de la película Parque Jurásico II.
La estructura ósea del fósil, notablemente bien conservada, sitúa al animal en la rama emplumada del árbol genealógico de los dinosaurios. Puesto que todos sus parientes cercanos tenían plumas, los paleontólogos estiman que el Juravenator también las poseía.
Pero un pequeño trozo de piel en la cola de Juravenator no muestra señales de plumas, ni tiene los folículos típicos de los dinosaurios emplumados, dijo Luis Chiappe, director del Instituto de Dinosaurios en el Museo de Ciencias Naturales de Los Angeles. Chiappe y Ursula B. Gohlich, de la Universidad de Munich, describen el fósil en la edición del jueves de la revista Nature.
"Tiene la típica piel escamada de los dinosaurios", dijo Chiappe.
Los paleontólogos creen que el pariente más cercano conocido de Juravenator podría ser el dinosaurio emplumado chino Sinosauropterix.
Hay muchas explicaciones posibles de la desnudez de Juravenator. Tal vez las plumas se perdieron en la línea evolutiva que condujo a Juravenator después de aparecer en un antepasado común a éste y sus parientes emplumados. O bien las plumas aparecieron más de una vez en los dinosaurios, en especies hermanas en distintas épocas y lugares. También es posible que este espécimen en particular de Juravenator, que parece un animal joven, sólo adquiriera plumas en la edad adulta o las perdiera en alguna época del año.
Pero también cabe otra posibilidad, dijo Mark Norell, director de paleontología del Museo Estadounidense de Ciencias Naturales: es posible que Juravenator tuviera plumas, y que éstas no se fosilizaron.
"Las plumas son difíciles de conservar", dijo Norell.
En apoyo de esta hipótesis, señaló que varios fósiles del ave más antigua conocida, arqueoptérix, carecen de plumas.
Cualesquiera que sean los interrogantes que suscita el nuevo ejemplar acerca de la evolución de las plumas _y por lo tanto de las aves_, la mayoría de los especialistas consideran que no pone en tela de juicio la difundida idea de que las aves modernas descienden de los dinosaurios.
