EL SIGLO DE TORREÓN
COMARCA LAGUNERA.- La Zona del Silencio permanece cerrada. El presupuesto no alcanza siquiera para la colocación de señalamientos ni para el pago de los guías. Aunque son tres las entidades que colindan en esta área, ninguno ha tomado la responsabilidad de este lugar, único en la República Mexicana y motivo de múltiples investigaciones.
En su aspecto turístico, el lugar está abandonado. La falta de control de los encargados y el nulo apoyo de las autoridades ha derivado en que se cerrara para la ciudadanía en general.
Isaac Becerra Martín, diputado que preside la comisión de Turismo en el Congreso del Estado de Durango, explica que la zona fue cerrada porque no había control de nada, además de que el sitio era víctima de depredación por parte de los visitantes.
El legislador local señala que, al estar abierto al público, esta área no dejaba más que basura y problemas a los vecinos del sector. En la actualidad, hay científicos a cargo del laboratorio y la reserva de la biosfera que se hacen cargo de la restauración, pero el aspecto turístico ha sido abandonado por las autoridades tanto del municipio de Mapimí como las estatales, pese a que aquí colindan Coahuila, Durango y Chihuahua.
El legislador local advierte la necesidad de establecer un reglamento en la Zona del Silencio para que exista un mayor control y no se presente tanta depredación de los visitantes, además de colocar señalamientos, botes de basura, una caseta de entrada en Mapimí, implementar una mayor vigilancia en el sector y determinar un área para acampar.
Becerra Martín refiere que la comisión de Turismo del Congreso de Durango dejó una serie de recomendaciones al Gobierno de Mapimí, a fin de que se solventaran las carencias y el espacio pudiera abrirse nuevamente a la población en general, lo que beneficiaría directamente a la ciudadanía de este municipio.
Promoción turística
La comisión de Turismo del Congreso de Durango hizo algunas recomendaciones a las autoridades locales para promover el aspecto turístico de la Zona del Silencio.
Colocar señalamientos.
Establecer un área para acampar y no prohibir esta actividad en otros espacios
no destinados para ello.
Implementar un reglamento a seguir por los visitantes.
Instalar botes de basura, ya que el lugar parecía un tiradero de desperdicios.
Controlar el acceso desde la entrada, por el municipio de Mapimí, Durango y
establecer una cuota de recuperación.
Establecer vigilancia para evitar la depredación de flora y fauna por parte de
los visitantes.
