EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Los niños del preescolar Los Arenales encontraron sus salones semidestruidos. Para protegerlos del frío, algunos padres de familia se dieron a la tarea de reconstruir la cerca y reforzar las aulas con cartón y madera.
El viento que se registró el pasado lunes, provocó serios problemas en la colonia Zaragoza Sur, pues la mayoría de las casas de esta colonia están hechas de cartón y de madera, y del mismo material está construido el preescolar Los Arenales.
Rosa María Montenegro Favila, vecina de este sector, comenta que sus hijos tenían miedo del viento tan fuerte: ?nos fue bien mal con el aire, nos despegó todos los hules que tenemos, fue espantoso, pensé que íbamos a morir apachurrados?.
Dice que tenía miedo de que las láminas cayeran encima de alguna persona porque el viento era tan fuerte que las despegó de los techos, ?necesitamos que nos apoyen con hule y cartón para reconstruir nuestras casas, y con cobijas para aguantar el frío?.
Rosa María asegura que como la mayoría de las calles no tienen pavimento, no había visibilidad en la colonia Zaragoza Sur a consecuencia de la tolvanera, por eso los habitantes optaron por refugiarse en sus casas.
Desde temprana hora, algunos padres de familia acudieron al preescolar para reconstruir la cerca de madera. María de la Luz Luna Luciano, maestra, comenta ?los salones quedaron muy mal, necesitamos hule, madera y cartón, para proteger a los niños del frío?.
Otra manera de ayudar a las familias de la colonia Zaragoza Sur, es enviando ropa adecuada para la temporada invernal. Y es que como sólo tienen una chamarra cuando ésta se ensucia deben lavarla y esperar a que se seque para volverla a usar.
Beatriz Espino Navarrete dice que tampoco pudo dormir del miedo que sintió, ?toda la madera se voló, pero lo que más me preocupaba fue mi hermana porque tiene un bebé recién nacido y también vive en un jacalito, ojalá que nos puedan ayudar con algo?.
Para apoyar
Los habitantes de la colonia Zaragoza Sur necesitan:
Hule.
Cartón.
Madera.
Cobija.
Ropa invernal.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón