El órgano garantiza la legalidad de las elecciones federales y también protege los derechos político-electorales de los ciudadanos.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de México decidirá por primera vez el ganador de una elección presidencial tras el anuncio del candidato Andrés Manuel López Obrador de que impugnará los resultados electorales.
MÉXICO, DF
EFE
El TEPJF ya había anulado dos comicios porque hubo "muchas irregularidades", pero en esa ocasión se trató de los comicios para gobernador celebrados en Tabasco (2000) y Colima (2003)
"Las elecciones en conjunto no fueron libres", lo que obligó a celebrar comicios extraordinarios para gobernador, precisaron a Efe fuentes del organismo.
¿Qué es?
El TEPJF es un órgano especializado del Poder Judicial y es la máxima autoridad jurisdiccional en materia electoral.
Está formado por siete magistrados electorales elegidos para un período improrrogable de diez años por el Senado a propuesta de la Suprema Corte de Justicia Nacional (SCJN, Tribunal Supremo).
Ellos mismos eligen entre sí al presidente del TEPJF, cargo que actualmente ocupa Leonel Castillo González.
Los demás magistrados son Eloy Fuentes, José Alejandro Luna, Alfonsina Berta Navarro, Fernando Martínez, José de Jesús Orozco y Mauro Miguel Reyes.
El primer tribunal electoral mexicano surgió de una reforma política en 1986 y se llamó Tribunal de lo Contencioso Electoral (1987).
La instancia fue sustituida en 1990 por el Tribunal Federal Electoral (Trife) tras una reforma motivada por el supuesto fraude electoral de 1988, que aupó al poder a Carlos Salinas en detrimento de la izquierda de Cuauhtémoc Cárdenas.
El actual TEPJF nació por decreto después de otra reforma política el 22 de agosto de 1996 mediante un acuerdo de los cuatro mayores partidos en el Congreso.
El TEPJF analiza las cuestiones electorales salvo las relacionadas con la inconstitucionalidad de leyes electorales federales y locales, que es competencia del Supremo.
Es el encargado de resolver impugnaciones y controversias surgidas en procesos electorales federales y locales, de realizar el cómputo final de la elección presidencial y declarar la validez de la elección.
Para dirimir tiene plazo hasta el 31 de agosto, y antes del 6 de septiembre debe entregar al ganador de la elección la constancia oficial de que es ganador, en este caso presidente electo. Esta facultad en el pasado correspondía a la Cámara de los Diputados.
Este órgano garantiza la legalidad de las elecciones federales y también protege los derechos político-electorales de los ciudadanos.
El TEPJF cuenta con una Sala Superior y cinco regionales (Xalapa, Toluca, Monterrey, Guadalajara y Distrito Federal) y sus resoluciones son "definitivas e inatacables".
Este órgano garantiza la legalidad de las elecciones federales y también protege los derechos político-electorales de los ciudadanos.
El candidato presidencial de la alianza Por el Bien de Todos López Obrador, defiende que en la presente elección, la más ajustada en la historia reciente de México, deben volver a contar "voto por voto" de las 130.488 mesas electorales.
La ley electoral mexicana establece un recuento "acta por acta" y sólo autoriza el recuento de votos en aquellas mesas con casos de inconsistencias o cuando haya actas ilegibles o con alteraciones evidentes.
En la coyuntura actual será la Sala Superior del TEPJF la que determine el fondo de la impugnación al tener que ver con una resolución del Instituto Federal Electoral (IFE), un órgano público y autónomo que actúa como árbitro máximo electoral y que ha sido cuestionado estos días por la izquierda mexicana.