Querida Secretaria:
Entre el bullicio de fiesta y agradable convivencia, aparecen los inevitables balances de fin de año, evaluaciones de logros y frustraciones, cambios de escenarios... pero también es fundamental no perder de vista una cuestión: ¿cómo quieres estar el año que viene por estas fechas?
En realidad no tenemos claro cuáles son nuestros deseos, ¿qué es lo que queremos, qué es lo que buscamos, o qué es lo que necesitamos?
Sueños, deseos, proyectos, son los encargados de darle un sentido profundo y trascendente a nuestra vida; pero es necesario materializarlos con nuestra acción. Sin embargo, nos valemos de excusas para no detectarlos.
EXCUSAS FRENTE AL DESEO
Los argumentos de nosotras:
1.-LAS ABNEGADAS, que sentimos no contar con el tiempo para nuestras preferencias, porque antes de lo que deseamos debemos pensar en una obligación.
2.- LAS INDECISAS, que tenemos no uno, sino muchos deseos, pero pensamos que se contradicen entre sí... y como no podemos elegir uno, renunciamos a los otros y siendo así preferimos no pensar en ellos.
3.- LAS FRÁGILES, que evitamos ilusionarnos para no tener después que soportar una frustración.
4.- LAS DEVALUADAS, que sostenemos que es demasiado pretencioso nuestro deseo, cuando hay otros más accesibles.
5.- LAS PREDICADORAS, que argumentamos lo difícil que es hablar de ?verdaderos deseos? en un mundo como éste, donde todas las condiciones cambian semana a semana, día a día.
6.- LAS MULTI EXCUSAS vamos variando de justificaciones y nunca nos animamos a conectarnos con lo que auténticamente deseamos. Esto se debe quizás a que hemos sido entrenadas a privilegiar lo correcto antes de lo deseado, darle prioridad a la obediencia antes que a la libre elección; pero no se trata de culpar a nadie, de lo que se trata es de tener bien claro que nuestros deseos son importantes y que hay que tener conciencia de ellos.
Un último pensamiento acompañado de mis felicitaciones por el nuevo año:
Lo que no se sabe se puede aprender.
Todo lo equivocado se puede des-prender.
Todo lo olvidado se puede re-aprender.
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