Querida Secretaria:
Si tu trabajo requiere que ofrezcas algunas pláticas con el objeto de compartir con otros en la empresa tus vastos conocimientos, hay que tomar en cuenta ciertos factores. Tu responsabilidad es grande porque tu auditorio tiene que escucharte le guste o no. Éstas son algunas guías que te ayudarán en tu empeño:
1.- Lo primero que debes comprender es que si no estás acostumbrada a hablar ante un público, por supuesto que vas a sentir temor. Vas a notar que un molesto nerviosismo empieza a aumentar conforme se va acercando el temido día. Finalmente al ser presentada, tu aprensión llega al pánico. Esto es perfectamente normal, les pasa a todos ?y lo mismo va a suceder en tus próximas pláticas. Todos estos resquemores van también acompañados de ciertos temblores (particularmente en las rodillas, manos sudorosas, boca seca)... Despreocúpate ?párate derecha, sonríe y comienza.
2.- En cuanto a la preparación de tu plática, redáctala. Empieza con una frase que capte la atención de tu auditorio. Expón tus puntos. Sé breve. Uno de los peligros de hablar ante un público, es que nuestra voz nos suena tan agradable, que empezamos a creer que así le parece al público. Es mejor terminar con algo de anticipación que prolongarse por cinco minutos más de lo debido. Es muy recomendable concluir cuando tus escuchas están aún interesados y con deseos de oír más.
3.- No cuentes chistes. Éste es uno de los peores errores que cometen los oradores. Si puedes relatar un incidente ingenioso relacionado con el asunto de la plática, está bien. Pero a no ser que seas una buena cómica, no trates de introducirte en uno de los campos más difíciles ?el de los comediantes.
4.- Tómalo como regla, el llegar siempre al lugar de tu conferencia con tiempo suficiente para hablar con los directores del grupo. Recaba información sobre tu auditorio. La idea es conocer lo más posible de los individuos que te van a escuchar, y así dirigirte a ellos en su propio lenguaje.
5.- Olvídate de tu persona. Eso sí, asegúrate de hablar sobre un asunto que conozcas muy bien y en el que estás profundamente interesada. Di lo que tienes que decir de la mejor manera. Evite los clichés. Nunca digas: como ustedes saben... si ya lo supieran, no sería necesario que lo dijeras. Especifícales tus teorías de una manera interesante. Involúcrate tanto en lo que estás diciendo que te olvides de tu persona. Y luego, termina.
Envíanos tus comentarios a:
institutomariacristina@prodigy.net.mx
