Querida Secretaria:
Las investigaciones muestran que virtualmente el 99.9 por ciento de las parejas tienen desavenencias por el dinero. Miles de matrimonios de todos los niveles económicos reconocen que la causa número uno del estrés, es motivado por el manejo del dinero. Y lo más revelador es que el 50 por ciento de las parejas divorciadas mencionan el dinero ?desacuerdos sobre su uso, no el tener mucho o poco- como la razón de su ruptura.
No es de extrañarse que estén proliferando en Estados Unidos nuevos seminarios sobre el manejo del dinero. La terapista Janet Brown aconseja que si se evita el disputar por el dinero, casi se puede garantizar que las parejas permanecerán felizmente unidas.
Es increíble que los pleitos por dinero no sean cuenta chiles, porque uno de ellos gaste más o porque el otro sea excesivamente tacaño. La razón verdadera es porque las parejas no hablan de su dinero ?antes que se convierta en una discusión. La razón de por qué no lo hacen, es porque piensan que si hablan de finanzas, ciertamente van a seguir desacuerdos.
Se pueden evitar estas discrepancias sabiendo cuál es el mejor momento y el mejor lugar para hablar de dinero. Sorprendentemente, es fuera de casa... por ejemplo comiendo o cenando en algún restaurante tranquilo. En estos lugares la conversación no será acalorada y ninguno de los dos perderá el control, ni estará a la defensiva.
Deben aclarar qué significa el dinero para cada quien. Todos necesitamos gastar ?o ahorrar- dinero por razones diferentes. Hay que llegar a un acuerdo para asignar una cantidad fija para los gastos regulares. Compartan una cuenta juntos y cada uno tenga una cuenta separada para gastar o ahorrar.
Gasten algo para divertirse juntos, no importa qué tan apretado esté su presupuesto. Porque las parejas que se divierten juntos, permanecen juntos en la vida.
¿EN QUÉ LES GUSTA GASTAR A LOS DOS?
A las mujeres: en prendas de vestir para ella y para los hijos, compras para la casa ?en cosas que les permitan ir a las tiendas con frecuencia.
A los hombres: por otra parte, les gusta gastar su dinero en artículos caros y voluminosos... un asador para el exterior, automóviles, aparatos sofisticados, porque sienten que estas adquisiciones son símbolos de sus logros.
