Querida Secretaria:
(Segunda parte)
Seguimos con las sugerencias para una vida encantadora:
DEJA QUE TUS OJOS BRILLEN
Cuando disfrutas algo... ¡manifiéstalo! Permite que tus ojos irradien tu placer. Un centelleo en los ojos es algo que puedes desarrollar, si no es que ya te viene como algo natural en ti. Muchas personas se olvidan de usar sus ojos para expresarse, los ojos pueden dramatizar los sentimientos con gran efectividad y sutileza. Deja que el brillo de tus ojos proclame tu simpatía.
PIENSA POSITIVAMENTE
El intento de cultivar una sonrisa tiene muchos beneficios. No únicamente ilumina tu rostro, sino que también te fuerza a desarrollar un buen humor que la respalde. Si no es así, la sonrisa se desvanece o tiene la apariencia de ser meramente mecánica. La manera más fácil de ponerte de buen humor es permitiendo anidar en tu mente únicamente pensamientos agradables.
Es muy humano sentir cierto placer en comentarle a alguien las faltas de otros para disfrutar cierta superioridad. ¡Pero qué desperdicio de pensamientos! Lo más seguro es que éstos se reflejan si no en nuestros rostros, si en nuestras acciones. Nuestra desaprobación no puede sino hacer daño.
El cerebro ?algo maravilloso- no es capaz de dar primera atención a más de un pensamiento a la vez; únicamente un pensamiento predomina. Llena tu mente con pensamientos agradables y así los desagradables desaparecen. En realidad puedes adquirir una barrera para protegerte de los pensamientos negativos provocados por las contrariedades usuales de la vida diaria: envidias, celos, incomprensión, etc.
Busca la felicidad en todo lo que haces. ¿Qué ideas se te ocurren además de éstas?
*Haz feliz a alguien. Dedica unos momentos toda las mañanas ?puedes hacerlo cuando estás adquiriendo la suficiente energía para levantarte, o en tu camino a la oficina- para pensar en las oportunidades que podrás tener para ser amable.
*Usa todos tus sentidos para disfrutar lo bello. Desarrolla un ojo de artista para apreciar tus alrededores. Nota la fragancia de la primavera, el aroma del café por las mañanas, los rumores del viento, los ruidos de la ciudad por las tardes cuando el traficar del quehacer diario se va apagando, dando paso al glamur del anochecer. Hay cierta clase de belleza a tu alrededor si aprendes a apreciarla.
*Déjate inspirar por aquéllos a quienes admiras. Cultiva su amistad, porque algo de su grandeza se te pasará. Sin consideración alguna arráncate toda asfixiante semilla de lástima a ti misma. Un cierto placer masoquista puede surgir que nos hace sentirnos como ?la pobrecita de mí?. Alardeamos de nuestras dificultades con cierto orgullo y con frecuencia las usamos como excusa para nuestra inercia y falta de esfuerzos. Todos tenemos limitaciones; cómo superarlas es lo que revela nuestra fuerza y carácter. Aprende a aceptar a otros como son y no los compares contigo.
*Trata de disfrutar el encanto de otros. El encanto es únicamente el efecto de tu encanto en otros. Si puedes ayudarlos a que se sientan más listos e importantes ?que se luzcan- serás muy apreciada.
*Procura interesarte de verdad en alguien o en algo. Quizás en una afición, una organización caritativa, en un grupo de teatro ?o tú sabes en quién- el amor y el entusiasmo son los más grandes embellecedores.
*No critiques. No te permitas ni aun pensar mal. Tales pensamientos desagradables son tan sólo un desgaste de la preciosa energía que deberías emplear en reflexiones que te hermoseen ?comprensión, tolerancia, perdón, empatía, amistad, amor, aprecio. Cuando la expresión de simpatía te cubra completamente, tu recompensa será inmensa.
Continuará...
Envíanos tus comentarios a:
institutomariacristina@prodigy.net.mx