Exigen abogados defensores del ex presidente iraquí la renuncia del nuevo designado presidente del tribunal.
BAGDAD, (Reuters) .- El juicio a Saddam Hussein fue pospuesto hasta el jueves, después de que la corte escuchó el miércoles a cinco testigos y por la ausencia del ex presidente y sus abogados defensores en un boicot contra el proceso.
Saddam y otras siete personas son sometidos a juicio por el asesinato de 148 personas en el poblado chiíta de Dujail tras un fallido intento de asesinato en su contra en 1982.
Boicot
Saddam Hussein y cuatro co acusados se negaron a asistir a su juicio junto a sus abogados defensores, quienes dijeron que que no regresarían a la corte hasta que renuncie el juez jefe, a quien acusan de ser parcial.
El juez jefe, Raouf Abdel Rahman, señaló que continuará el procedimiento sin ellos y que los abogados nombrados por la corte reemplazarán al equipo de Saddam.
El boicot de Saddam y su equipo defensor provocó más confusión en el juicio.
Horas antes, en declaraciones a Reuters desde Aman, capital de Jordania, el abogado jefe de Saddam, Khalil al-Dulaimi, acusó a Rahman, miembro de la comunidad kurda, de querer lograr que se dicte una sentencia con rapidez.
La comunidad kurda fue duramente reprimida durante el gobierno de Saddam.
"No podemos asistir a ninguna sesión del juicio a menos que el juez jefe renuncie, porque le guarda rencor a mi cliente", dijo Dulaimi.
Rahman, quien enfureció a Saddam y al equipo defensor con su severidad, intenta imponer orden en un juicio que se vio afectado por continuos retrasos desde su inicio en octubre.
Dos miembros del equipo defensor fueron asesinados, el juez jefe Rizgar Amin renunció quejándose de intervención política y el reemplazante original fue separado del proceso tras ser acusado de pertenecer al partido Baath de Saddam.
Rahman, quien se enfrentó a Saddam e incluso respondió a sus gritos, dejó en claro que no tolerará los arrebatos del ex líder.
Saddam, que todavía se llama a sí mismo presidente de Irak, podría ser condenado a la pena capital de ser hallado culpable de los cargos de matar a 148 hombres de la ciudad chiíta de Dujail tras el frustrado intento de asesinato en su contra en 1982.
Otros siete acusados podrían recibir la misma sentencia.
