EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- La transición epidemiológica hacia un aumento de los trastornos mentales, ha acentuado la falta de especialistas y la necesidad de que éstos sean realmente asumidos como un problema de salud pública en nuestro país.
Martha Palencia Núñez, psiquiatra y subdirectora del Instituto de Salud Mental del Estado de Durango, dijo que por desgracia, dichos padecimientos se presentan en personas de todas las edades y estratos sociales.
?Antes los niños se morían de sarampión, rubéola o poliomielitis, ahora los registros epidemiológicos nos indican que hay un incremento en fallecimientos de infantes por consumo de drogas o suicidios, derivados de problemas de conducta y algunas situaciones que los alejan del núcleo familiar?.
Refirió que en la actualidad, la familia se enfrenta a mayores ?estresores? de carácter ambiental, considerando que años atrás se disponía de más tiempo y dinero para dedicárselo a la pareja y a los hijos; ahora, la mujer como eje central de ésta se ve obligada a asumir diferentes retos por los que ya no tiene esa posibilidad, de manera que se interrumpe la comunicación.
Según expuso, la enfermedad mental predominante en el estado de Durango, al igual que en resto del país es la depresión, la que de no existir el Sida sería considerada como la enfermedad del siglo, si se toma en cuenta que un 20 a un 25 por ciento de la población la padece.
Además, se conoce poco acerca de este padecimiento, a pesar de que tiene serias consecuencias porque afecta la forma de pensar, actuar y sentir de las personas y es el responsable del 85 por ciento de los casos de suicidio.
A pesar de los alcances de éste y otros trastornos mentales, las instituciones de salud prestan poca atención al problema, incluso no cumplen la normativa sanitaria de que cualquier clínica o unidad hospitalaria debe contar por lo menos con un especialista en el campo de la salud mental.
En este sentido, Palencia Núñez consideró inadmisible que en ciudades como Durango, tanto el ISSSTE como el Seguro Social únicamente dispongan de un psiquiatra para toda la población derechohabiente.
?Necesitamos pugnar porque se abran los espacios a psicólogos y psiquiatras y que en cada hospital exista un área dedicada a la atención de los casos relacionados con la salud mental?, según indicó.
Por otra parte, la falta de especialistas en salud mental, debidamente certificados, es un problema histórico que afecta a todo el país, lo que hace urgente capacitar a médicos generales y familiares para detectar oportunamente las enfermedades que afecten la salud mental de la población.
Los maestros de las escuelas primarias y otros niveles educativos, también deben ser parte de este proceso de información y capacitación, con la idea de que en el desempeño de su labor sepan identificar y canalizar a los menores que presenten dichos trastornos.
Debido a la carencia de números que reflejen la incidencia de estas enfermedades, el Instituto de Salud Mental del Estado de Durango pretende elaborar un diagnóstico situacional, para lo que formulará convenios con universidades a fin de que los estudiantes colaboren en la práctica de encuestas y recolección de datos.
