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Pregúntale a tus padres/Tribuna

Esteban Zamora

Me dirijo en forma especial a los jóvenes, sobre todo a los que van a votar por primera vez y los invito a que le pidan a su padres -a papá y a mamá- que hagan memoria y recuerden cómo era el México de hace 20 ó 25 años, víctima del ejercicio demagógico y populista del poder, el que a ustedes no les tocó vivir o que no lo recuerdan porque estaban muy niños.

En primer lugar, pídanles que se acuerden de cómo eran las crisis que el país estuvo sufriendo cada seis años a partir del Gobierno de Echeverría y, en especial, la del año de 1995, la más cruel de todas, cuando la inflación emprendió una loca carrera ascendente.

Muchas empresas cerraron, infinidad de mexicanos se quedaron sin trabajo, el peso se devaluó escandalosamente y las deudas crecieron de manera brutal.

Si tus padres se habían endeudado para comprar una casa y creían que ya estaban a punto de liquidar la hipoteca y respirar tranquilos, resultó de repente que debían más que cuando empezaron a pagar.

Muchas familias perdieron entonces sus casas y todo el dinero que ya habían pagado por ellas y que representaba sus ahorros de toda la vida.

Que recuerden también el sexenio de Miguel de la Madrid, caracterizado por la más atroz de las inflaciones y los fraudes electorales más descarados, a grado tal que en ese tiempo se llegó hasta a hablar del “fraude patriótico”.

Pregúntenles qué nos pasó cuando el Gobierno nos invitó a aprender a administrar la abundancia, porque el precio del petróleo había subido y había llegado el momento en que todos íbamos a nadar en oro.

Cómo se dio el endeudamiento y el despilfarro de los recursos obtenidos por la venta del petróleo; cómo nos prometió el presidente que defendería el peso “como un perro” y nuestra moneda se depreció dramáticamente y se siguió hundiendo en los sexenios posteriores.

Pídanles que hagan memoria y recuerden si el voto de los mexicanos era respetado por las autoridades electorales que dependían de la Secretaría de Gobernación, con lo que el Gobierno era juez y parte en las elecciones.

Que recuerden cómo se reprimía a la Oposición marginando a los mexicanos que no se dejaban manejar, condenándolos a perder el trabajo por medio de la infame “cláusula de exclusión”.

O con la amenaza de perder sus parcelas ejidales, que les invadieran a los agricultores sus campos de cultivo o que les cayeran a los empresarios inmisericordes inspecciones y auditorías, y cómo, en casos extremos se llegó a atentar contra la vida de los disidentes.

Que hagan memoria y revivan las palabras, muestra del más descarnado cinismo de los que dijeron: “llegamos al poder a balazos y sólo a balazos nos pueden echar” y el otro que admitió públicamente que “el ejido está organizado para votar, no para producir”.

Pregúntales si en esos tiempos se podía criticar al presidente, si se tenía acceso a la información sobre la forma en que el Gobierno gastaba el dinero de los mexicanos, si eran independientes, como lo son ahora, el Poder Judicial y el Congreso de la Unión.

Pídeles que recuerden si es cierto o no que a todas las instituciones y organismos intermedios se les manipulaba para ponerlos incondicionalmente al servicio del partido oficial hegemónico.

Si es o no verdad que los sindicatos, las cámaras, los ayuntamientos, las universidades, las organizaciones de ejidatarios y agricultores eran botín de los explotadores profesionales de la miseria que mantuvieron al pueblo en la indigencia y en la ignorancia para poderlo exprimir y utilizar con más facilidad.

Diles a tus papás que rememoren cómo se las gastaban en el México de ayer los que habían acampado a la mala en las instituciones de nuestra vida pública y ahora luchan desesperadamente por volver a conquistarlas.

Que no lo echen al olvido porque, aunque sea un lugar común, sigue siendo cierta la expresión de que el pueblo que no tiene conciencia de su pasado corre el riesgo de volver a cometer los mismos errores.

Pídeles que te platiquen de las trágicas consecuencias del autoritarismo, la demagogia y el populismo con su siniestro cortejo de desgracias sociales que ahora quieren endosar al Gobierno que más ha hecho para remediarlas.

Con esa información recomiéndales a tus papás, a tus hermanos, a tus amigos, que mediten bien su voto antes de emitirlo el próximo dos de julio y tú misma, tú mismo, reflexiona sobre esos datos de la historia reciente de tu familia, de tu sociedad, de tu patria, y que sea un voto consciente, informado, razonado el que deposites en la urna porque en ese voto tuyo se va jugando el futuro de los jóvenes cuyas vidas se están abriendo hacia el porvenir.

Correo electrónico: zamora.esteban@gmail.com

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