EFE
Denver, colorado.- Una joven mexicana, quien hace tres años llegó a Denver sin hablar inglés, recibirá hoy sábado un premio como la mejor estudiante de Colorado y una beca para que pueda asistir a clases en la universidad estatal local.
Karla Ramos, de 18 años y alumna en la Escuela Secundaria Adams City de la localidad de Commerce City, fue elegida para recibir la distinción entre más de 400 alumnos de todo el estado, explicó Jim Chávez, director ejecutivo de la Fundación Latino Americana de Educación (LAEF, por sus siglas en inglés).
Ramos culminó sus estudios secundarios con las calificaciones más altas en su escuela y estuvo a cargo del discurso de despedida durante la ceremonia de graduación.
Unos mil 500 alumnos asisten a la Escuela Secundaria Adams City. De ellos, el 67 por ciento es de hispanos y el 40 por ciento habla sólo español.
Durante la ceremonia que hoy por la noche se realizará en el estadio Invesco Field at Mile High en el centro de Denver, LAEF entregará a Ramos una beca por dos mil dólares, que la joven usará para ir a la Universidad de Colorado.
Otros 130 alumnos también recibirán becas, aunque por montos menores, en ese mismo evento. Ramos, nacida y criada en el estado mexicano de Chihuahua, es la primera de su familia en completar la secundaria y en ir a la universidad.
CUADRO DE HONOR
En los tres años que Ramos asistió a la Escuela Adams City, mantuvo un promedio de 4.0, por lo que siempre figuró en el cuadro de honor. Por su desempeño, recibió un total de ocho becas, incluida la de LAEF.
Ramos también participó del Programa Pre-Universitario del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado, experiencia que la llevó a decidirse por estudiar sicología.
La estudiante comentó que las diferencias culturales, académicas e idiomáticas entre México y Estados Unidos, aunque son obstáculos importantes y muchas veces le crearon tensiones emocionales, sirvieron a la vez para motivarla “a tener un excelente desempeño y a completar la educación secundaria”, así como a inscribirse en la universidad.
“Siempre hay que vivir la vida positivamente. Uno debe ser optimista incluso al enfrentarse a obstáculos. Nadie es perfecto, pero uno puede ser una persona mejor al aprender de sus propios errores”, dijo.
Además de sus estudios, Ramos dedica diez horas semanales a cuidar niños en el Intergenerational Learning Center, mientras los padres de esos niños aprenden inglés. Y también trabaja como voluntaria en programas de tutoría en su iglesia.
“Todos en algún momento necesitamos ayuda. Y lo que nosotros damos a la comunidad, muchas veces lo recibimos de vuelta. Además, es bueno hacer una diferencia en la vida de otras personas”, aseveró.
