AP
JERUSALÉN.- Los médicos han comenzado a expresar una creciente preocupación debido a que el primer ministro Ariel Sharon no da señales de despertar de un coma inducido, informaron ayer los medios de prensa locales, mientras un comunicado del hospital indicó que la condición del líder israelí sigue siendo “grave pero estable”.
Nueve días después de sufrir un devastador ataque de apoplejía, la condición de Sharon continuaba ayer sin cambios, de acuerdo a un comunicado del hospital Hadassah.
El dirigente político, de 77 años de edad, fue puesto en coma inducido en un intento para que se recuperara del ataque de apoplejía sufrido el cuatro de enero, pero en días recientes los médicos comenzaron a quitarle gradualmente los sedantes.
Se informó de apenas ligeras mejoras en la condición de Sharon durante los últimos días, como pequeños movimientos de las extremidades en respuesta al dolor. El primer ministro se halla en estado “grave pero estable”, emitió en un comunicado el hospital ayer.
El Canal diez de televisión y la Radio del Ejército de Israel dijeron que funcionarios del hospital Hadassah expresaron su preocupación porque Sharon no da señales de emerger de su coma.
Sin embargo, el vocero de Hadassah, Ron Krumer, dijo que no puede determinarse con seguridad cuando Sharon abrirá los ojos. “Eso difiere de un paciente a otro”, declaró.
Cuando más demore Sharon en recuperar la conciencia, mayor es el peligro de un daño cerebral extenso.
“Si no hubieran existido (grandes lesiones) cerebrales, tendría que haberse despertado en este punto”, dijo el doctor John Martin, profesor de medicina cardiovascular en el instituto University College, en Londres. Martin no está involucrado en el tratamiento a Sharon.