Hay nueve casos en el estado de personas mayores de 60 años que decidieron salir por la puerta falsa en lo que va del año
NOMBRE DE DIOS, DGO.- De los 71 suicidios registrados en el estado de Durango en lo que va del año, el 12 por ciento han sido de personas mayores de 60 años de edad, suscitándose el último de dichos casos en la cabecera de este municipio.
En el municipio de Nombre de Dios se han presentado tres suicidios en lo que va del 2006, de los cuales llama la atención el último caso, por tratarse de una persona de edad avanzada que llevaba una vida de aparente tranquilidad.
La senectud es una etapa de la vida en la cual las personas necesitan todo el apoyo de quienes las rodean, pues además de los cambios físicos están expuestas a los cambios emocionales que pueden tornarse en depresiones agudas y hasta la falta de interés por la vida.
El Departamento de Atención Psicológica del DIF de Nombre de Dios destacó que el proceso de envejecimiento lleva consigo un deterioro que expone a la persona a trastornos funcionales y cambios degenerativos, que ante la falta de atención pueden derivar en diversos males.
La vejez se afirma como un déficit generalizado, sobre todo cuando el sujeto va perdiendo las razones de vivir, debilitando sus fuerzas y su papel en la sociedad hasta sentir que ya no encaja.
A la fecha se han presentado nueve suicidios de personas de entre 64 y 84 años de edad en el estado de Durango, siendo todos ellos del sexo masculino y teniendo en común la depresión por soledad, la cual en algunos casos se debe al abandono o muerte de la pareja, aunque también influye la falta de apoyo de los familiares.
Según el reporte de la Procuraduría General de Justicia, el suicidio número 71 se presentó en la cabecera municipal de Nombre de Dios, en el cual un hombre solitario de 66 años de edad decidió terminar con sus días disparándose con un arma de fuego en la cabeza.
Al respecto, el DIF Municipal que preside Blanca Luna de Vázquez confirmó que el anciano vivía solo desde hace tiempo, pues sus hijos se encontraban trabajando en el vecino país del Norte, además de que no tenía pareja, situación que pudo haberlo orillado a salir por la puerta falsa.
Según el reporte de la PGJ, y a la información publicada en El Siglo de Durango el 1 de agosto del año en curso, en Santiago Papasquiaro se suscitó un caso similar, en lo que fue el suicidio número 64, en el que un anciano de 73 años de edad se quitó la vida colgándose de una cuerda.
El motivo aparente: la soledad, pues a pesar de que no dejó mensaje póstumo que así lo indicara, su comportamiento y la falta de familiares cercanos evidenciaban su desgano por vivir, según comentaron sus conocidos, al momento que fue encontrado muerto.
Los casos mencionados son los últimos que se han presentado en cuanto a personas de la tercera edad que decidieron quitarse la vida.
Contexto
La vejez engloba un proceso de cambios determinados por factores fisiológicos, anatómicos, psicológicos y sociales.
Según el Departamento de Atención Psicológica del DIF de Nombre de Dios, la mayoría de las definiciones sobre la vejez enfatizan el aspecto biológico, olvidándose de lo emocional, que tiene mucho que ver con la longevidad.
De tal manera que resultan restringidas las descripciones que se hacen de este sector, pues para la psicología el interés va más allá de considerar la vejez como una serie de fenómenos limitantes, o una mayor probabilidad de muerte.
Aunque desafortunadamente para algunos sectores de la sociedad los ancianos se convierten en un estorbo debido a que su debilidad física se acentúa, es de resaltar que el cúmulo de experiencias que llevan consigo les proporcionan otro tipo de herramientas para sobresalir.
Y es que aunque a pesar de que realmente en la senectud se da una reducción de la capacidad funcional del individuo, es importante hacer notar que el anciano presenta menor deterioro de sus facultades intelectuales siempre y cuando se mantenga activo y productivo, cualquiera que sea la actividad laboral que realice.
En el anciano se incrementa el temor a lo desconocido, porque tiene conciencia de las crecientes pérdidas físicas e intelectuales que le producen inseguridad.
Esta situación se agrava por pautas culturales que los ubican en una posición desventajosa con respecto al adulto joven, determinando el papel que deben desempeñar, sobre todo dentro de los nuevos roles que se tienen en México relativos a la población activa.
Por otra parte, la depresión no es necesariamente un síntoma de envejecimiento pero se relaciona con el ámbito social estrecho en que vive el anciano, el cual lo conduce al aislamiento; esto no se debe necesariamente a que el anciano viva solo, sino a que se le dificulta entablar nuevas relaciones significativas y algunas veces se presenta una rigurosa resistencia a abordar nuevas amistades.
Discriminación
La sociedad tiende mayoritariamente a estimular para la tercera edad el sentimiento de soledad, la segregación, limitaciones para la vida sexual y de pareja, y de la propia funcionalidad e integración.
Se adaptan para los ancianos frases como: ?Soy viejo y pronto voy a morir, soy inútil, incapaz, retirado, dependiente, indeseado?, entre otras, que van formando en el anciano una conducta de retraimiento, sobre todo cuando se desenvuelve en un medio en el que nadie se preocupa por darle valor a sus vidas.
Mientras menor es su aportación, es poca la importancia que se les da, por lo que muchos son abandonados por sus familias, como se presenta en varias localidades del medio rural de Nombre de Dios y demás municipios de Durango, en donde ancianos incluso discapacitados son abandonados a su suerte en pequeñas y apenas habitables viviendas.
Sus hijos o parientes cercanos los dejan, para emigrar a Estados Unidos o a la ciudad en busca de mejores oportunidades de vida, importándoles poco las condiciones en que dejan a sus padres.
Apoyo
Blanca Luna de Vázquez, presidenta del DIF Municipal, destacó que para evitar los problemas de depresión que atañen a los adultos mayores, es necesario cambiar el pensamiento de la sociedad en general, incluso de ellos mismos.
Es indispensable que los ancianos sigan participando en la vida activa, se unan a grupos en donde se fomente la convivencia y tengan en cuenta que las limitaciones físicas se compensan con la experiencia que han logrado a través de los años.
Sin embargo, es responsabilidad de todos buscar la integración de este sector, con la finalidad de evitar las depresiones que les ocasiona la soledad, que en algunos casos incluso pueden llegar hasta el suicidio, como se han presentado algunos casos.
Por su parte, el DIF de Nombre de Dios realiza actividades con los miembros de los 11 clubes del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) que hay en el municipio, con el propósito de fomentar el interés por la vida.
Así, se realizan actividades deportivas, culturales, talleres de manualidades y festejos que generan en los miembros de los clubes la convivencia.
Incluso, el pasado Día del Abuelo, se realizó un festejo en honor de los ancianos en las instalaciones del DIF, además de una misa en la parroquia de San Pedro para agradecer por cada una de sus vidas.