Los republicanos de la Cámara de Representantes preparan una iniciativa que impediría a los ilegales la oportunidad de ser ciudadanos.
AP
WASHINGTON.-Los republicanos de la Cámara de Representantes están elaborando un proyecto de Ley contra la inmigración ilegal que prácticamente acaba con las probabilidades de aprobar este año una medida que regularice la situación legal de los indocumentados.
De aprobarse la medida, los republicanos podrán hacer campaña para las elecciones legislativas del 7 de noviembre asegurando que hicieron algo contra la inmigración ilegal. Y al mismo tiempo, podrán aplacar a los sectores conservadores que se oponen a darle a los ilegales la oportunidad de ser ciudadanos, algo que califican de una amnistía.
"Nuestras fronteras están llenas de agujeros y estamos en guerra, así que tenemos que actuar como si estuviésemos en guerra. Tenemos que cerrar las fronteras", dijo el jueves a la prensa el republicano Dennis Hastert, titular de la cámara baja.
Los legisladores sostendrán un encuentro la semana entrante en que los titulares republicanos de las comisiones propondrán medidas con base en lo que escucharon en las audiencias que realizaron recientemente en diversas partes del país, dijo Hastert.
"No podremos abarcar todo lo que hemos debatido entre la Cámara de Representantes y el Senado, pero trataremos de lograr algo", declaró Hastert.
Algunas de las ideas propuestas son la creación de una cédula de identidad y colocarle dispositivos de seguridad a las tarjetas de seguridad social, añadió.
Otras ideas son anexar partidas de gastos migratorios a los presupuestos de defensa y seguridad nacional. Los legisladores ansían aprobar tales proyectos antes de salir en campaña para las legislativas del 7 de noviembre.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Bill Frist, vaticinó el miércoles que será "casi imposible" aprobar una reforma migratoria antes de fin de mes.
En diciembre, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de Ley de inmigración que abarcaba sólo medidas de protección fronteriza, estipulaba la construcción de cercas en la frontera, exigía a los empleadores verificar el status legal de sus empleados y declararía delincuentes a los inmigrantes ilegales y a quienes los ayuden.
El proyecto desató masivas manifestaciones a lo largo y ancho del país, lo cual llevó al Senado a aprobar un proyecto más amplio.
En junio, el Senado aprobó un proyecto, favorecido por el presidente George W. Bush, que permitiría a la mayoría de los inmigrantes ilegales permanecer en el país y adquirir eventualmente la ciudadanía estadounidense. Además crearía un nuevo programa de trabajadores temporales.
