EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Martina Robles Ortiz no puede creer que su esposo Julio Rosas de Anda esté muerto. De pronto se quedó sola y con la responsabilidad de sacar adelante a sus dos hijos.
En compañía de sus cuñados, Mario y Felipe Rosas de Anda, la mujer ayer compareció a la Agencia del Ministerio Público a cargo de Raúl Zapico Torres para presentar la denuncia formal por el delito de homicidio culposo ante el juicio del ahora occiso.
El rostro de la mujer refleja mucho dolor cuando con voz lastimera platica que Julio en realidad no tenía 35 años como se informó por primera vez. Él tenía 43 años, se desempeñaba como taxista y aunque era originario de esta ciudad, desde hace muchos años vivía junto con su familia en el ejido La Rosita, Coahuila.
Julio Rosas de Anda además de sus cinco hijos y esposa, le sobreviven 17 hermanos y su progenitor. Éstos últimos residen en esta ciudad y es una familia de comerciantes.
De hecho el día del accidente, Julio estaba trabajando y en esa ocasión a él lo acompañaba otro hermano.
Con los ojos llenos de lágrimas, Mario y Felipe recuerdan que durante la noche del sábado tres del presente mes, el ahora occiso llevaba un viaje de Torreón a Francisco I. Madero.
Antes de retornar, Julio hizo muchas visitas inesperadas a hermanos y sobrinos que tenía mucho que no veía. Previo a su muerte, estuvo con Rodrigo Rosas de Anda, el hermano mayor a quien le agradó verlo de nuevo. Los hermanos creen Julio sin saber, les estaba diciendo adiós sin saberlo.
Cuando Julio y su acompañante decidieron regresar a Torreón, en el tramo de Francisco I. Madero-Compuertas, vieron a una muchacha que batallaba con su automóvil y se detuvieron para ayudarla. Como necesitaban unos cables, Julio se regresó con sus hermanos a pedirlos prestados con un familiar.
El taxi que manejaba el ahora occiso fue colocado de tal manera que pudieran realizar la maniobra de cargar la batería. La mujer y el hermano de Julio estaban en el otro extremo de la carretera y el infortunado, por el lado en el que pasan los automóviles, cuando de pronto sucedió el accidente.
Una unidad móvil que pasó a toda velocidad arrojó el cuerpo de Julio a más de 20 metros, situación que se presentó ante el azoro de las dos personas que corrieron a auxiliar el cuerpo ya sin vida del maderense, pues según el reporte del médico legista, las costillas perforaron sus pulmones.
Martina con tristeza escucha el relato que hacen sus cuñados sobre la manera en que ocurrió el fatal accidente y luego externa que el viernes dos del presente mes, sintió un dolor en su corazón, ?como un presentimiento que me preocupó, pero no lo atribuí a esto que sucedió?.
También recuerda que su esposo, dos semanas antes le dijo que se sentía muy mal, pero comenta que no le precisó si física o moralmente, ?quién sabe a qué se refería, pero el caso es que ahora no está con nosotros?, manifiesta con suma tristeza.
Martina llegó hasta ahí convencida por sus cuñados de interponer la denuncia, con el fin de recibir alguna indemnización. Lo hace por los dos niños de uno y dos años de edad, pues los tres mayores ya se mantienen solos.
?Yo sé que nada me devuelve a mi esposo, esa persona puso fin a 20 años de feliz matrimonio y ahora yo tengo que salir adelante por mis hijos, tendré que trabajar...y lo haré una vez que supere el desconsuelo que estoy viviendo?, confiesa.
Denuncia por homicidio
En la Agencia del Ministerio Público a cargo de Raúl Zapico Torres ayer se informó que la esposa del ahora occiso, Martina Robles Ortiz, presentó la denuncia por el delito de homicidio culposo ante el juicio de su esposo Julio Rosas de Anda. Como esposa del ahora occiso, la interpone para que se le dé seguimiento a la averiguación previa del caso.
Hasta este punto se encuentra el avance de la investigación del homicidio en el que se trata de deslindar la responsabilidad del accidente que tuvo lugar el pasado domingo cuatro de julio a las 00:30, cuando Julio Rosas de Anda fue embestido mientras prestaba auxilio a un automovilista varado en el tramo a la carretera Compuertas.
Una unidad móvil que se encuentra resguardada por la Policía Ministerial -se trata de una Chrysler tipo Guayín modelo 95 color azul- fue la que embistió al ahora occiso donde se encontraron algunos documentos a nombre de Humberto Favela Gazca.
Aunque se manejan algunos nombres de los presuntos responsables del homicidio, Zapico Torres no quiso adelantar nada hasta no en tanto recibir el parte oficial de la Policía Ministerial, aunque reveló que ayer se presentaron unos abogados ante los familiares con la intención de llegar a un arreglo con ellos.
