El presidente palestino Abbas propuso negociaciones con Israel y pronosticó que podría lograrse un acuerdo de paz en un año.
Jerusalén, (EFE).- La paz entre Israel y los palestinos "se puede alcanzar en un año" si las partes implicadas inician negociaciones serias y se dedican a ello de forma intensiva, asegura el presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, en una entrevista que publica hoy el diario israelí "Haáretz".
"Le ofrecí a Simón Peres y a los estadounidenses abrir un canal secreto de negociación, lejos de la opinión pública, y estoy convencido que en menos de un año podríamos firmar un acuerdo", afirma Abbas.
"Debemos ir a la mesa de las negociaciones de buena fe y con voluntad para resolver el conflicto", agrega el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
En la entrevista, que coincide con la etapa final del proceso electoral en Israel, antes de los comicios del próximo día 28, el presidente palestino apela principalmente a los israelíes y al futuro Gobierno para que le den una oportunidad.
"Yo soy vuestro vecino, y me tenéis que ayudar a que pueda cumplir mis promesas", sostiene, al denunciar que hasta ahora todos sus intentos para poner fin a la violencia han fracasado por los obstáculos que ha puesto Israel.
Entre ellos destaca la negativa del Gobierno israelí a darle armas a sus fuerzas de seguridad para hacer frente a las milicias, "porque no podéis esperar que luchemos con piedras contra gente armada".
Recuerda también operaciones militares como el asalto a la prisión de Jericó, hace dos semanas que, según él, han desprestigiado a sus fuerzas de seguridad, al verse en televisión desnudas y humilladas por los soldados israelíes.
Israel asaltó el pasado 14 de marzo la prisión de Jericó para capturar al líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), Ahmed Saadat, y a varios de sus colaboradores.
Abbas opina que la fulminante intervención israelí fue una humillación para sus hombres, y eso repercute en el cumplimiento de su misión en las calles frente a la población.
En cuanto a la victoria de Hamas en las elecciones palestinas del pasado 25 de enero, alega que "es el precio de la democracia", pero que Israel no puede emplear ese argumento para evadirse de sus responsabilidades internacionales en la búsqueda de la paz.
"Las negociaciones de paz las dirigirá (no Hamás sino) la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), basándose en acuerdo firmados y en la legitimidad internacional", explica.
Sobre los temas más candentes en un futuro proceso de paz con el fin de resolver el histórico conflicto de Oriente Medio, el líder palestino tampoco ahorra detalles y, si bien defiende la frontera de 1967 como base jurídica para una negociación, está dispuesto a efectuar cambios.
"Yo no descarto un intercambio de territorios; en las negociaciones cada parte presentará sus posturas, pero todo deberá hacerse en el marco del derecho internacional", destaca.
Más ambigua es su respuesta sobre la espinosa cuestión de los refugiados palestinos, y apela a que Israel asuma "su responsabilidad moral y jurídica".
"Israel no puede ignorar el problema. La solución debe ser justa y acordada por las partes basándose en la resolución 194 de la ONU", agrega, sin exigir tácitamente el regreso de refugiados al territorio israelí.