EFE
TAIPEI, TAIWÁN.- El Año Nuevo del Perro de Fuego comienza hoy domingo, con pronósticos de luchas, dificultades y conflictos, según adivinos taiwaneses que siguen una milenaria tradición china de adivinación observando el antiquísimo calendario agrícola lunar.
Las relaciones entre familiares, parejas y amigos serán puestas a prueba en el año nuevo, por lo que un adivino taiwanés recomienda un cuidado especial de todas las relaciones afectivas para evitar dolorosas rupturas.
“La dirección este y oeste son beneficiosas, la del norte no es positiva y la del sur tiene poco beneficio”, afirma Wang Li-neng desde el famoso templo de Longshang, uno de los más antiguos de Taiwán y que se encuentra atestado de fieles que buscan respuestas para sus inquietudes y planes.
Los países del sur tendrán conflictos con los del norte. No es un buen año para las naciones de Latinoamérica, África, Oceanía y el Sudeste Asiático, pero las fuerzas negativas se pueden contrarrestar con un renovado esfuerzo, pronostica Wang, que destaca que el Año del Perro exige justicia y perseverancia.
“Los países deben buscar lazos al este y al oeste, por eso las relaciones entre Taiwán y China, entre Europa y Estados Unidos, y entre Estados Unidos (EU) y Japón pueden mejorar e impulsar la economía mundial”, anuncia Wang.
Los demagogos políticos tendrán un mal año y se enfrentarán a resistencias y violencias porque en este periodo que empieza es necesario andar con esfuerzos y consistencia y no con palabrerías, apunta el adivino.
Las tensiones sociales pueden recrudecerse también los cambios políticos y la llegada de líderes jóvenes al poder, pero los cambios tenderán a ser positivos para la mayoría, según las fuerzas que operan este año.
“El horóscopo chino no predice hechos, sólo nos descubre las tendencias y fuerzas que operan, pero el esfuerzo humano y la habilidad para manejar el destino es tarea personal y social”, declara Wang.
El peligro de epidemias y enfermedades no aparece como una de las amenazas de este año, pero que sí estará marcado por conflictos violentos creados por los hombres, por lo que se impone una diplomacia pero basada en la imparcialidad y la justicia, y no en imposiciones o engaños.
