Afirman que el Estado Mayor del Ejército israelí tiene unos documentos que señalan que Jezbolá planea una ofensiva militar contra ese país .
EL UNIVERSAL
Jerusalén.- El Ejército israelí ha comenzado a prepararse para una posible guerra con Siria y con la milicia de Jezbolá en el verano de 2007 y por ello ha congelado una serie de planes destinados a la reorganización de sus filas y la prevista reducción del servicio militar obligatorio, según el diario Haáretz.
Los cálculos en los documentos analizados por el Estado Mayor del Ejército israelí son que Siria o Jezbolá lanzarán una guerra contra Israel el próximo mes de julio, según publicó ayer el rotativo
Según el diario, en las últimas semanas los miembros del Estado Mayor del Tsáhal (Ejército israelí) han celebrado varias reuniones en las que han expuesto sus consideraciones sobre la delicada situación en la región, en general, y en la frontera con Líbano y Siria, en particular.
De los cinco escenarios previstos por los generales israelíes, el de una guerra con Siria y Jezbolá, respaldadas ambas por Irán, es el que el Estado Mayor considera más probable.
Los altos mandos militares israelíes, siempre según la versión del diario, no pueden predecir cuándo se iniciaría esa hipotética contienda, pero creen como periodo más vulnerable el que va de abril a agosto de 2007, y por ello han decidido no correr riesgos y estar preparados hasta entonces.
Los preparativos incluyen una serie de decisiones a corto y mediano plazo, entre ellas la de dejar en suspenso la aplicación de las reducciones en la prestación del servicio militar obligatorio de los jóvenes, ahora estipulado en 36 meses para los varones y 24 para las mujeres.
El anterior ministro de Defensa, Shaul Mofaz, había decidido recortarlo entre cuatro y ocho meses.
El Ejército israelí considera que con la actual composición de fuerzas podrá dedicar sus recursos a adiestrar en un corto periodo de tiempo a las distintas divisiones que, en caso de guerra con Siria, deberán entrar en combate.
La reciente guerra del Líbano, en julio y agosto, puso de manifiesto la falta de preparación de las divisiones reservistas, que sufrieron numerosas bajas y no cumplieron todos sus objetivos.
Igualmente, el Ejército israelí no anulará por el momento la línea de producción del carro de combate Merkava-4, como estaba previsto, ya que la guerra del Líbano demostró al Ejército israelí que no puede confiar en las versiones anteriores de ese carro de combate -la dos y la tres-, vulnerables a los misiles anticarro en poder de Jezbolá.
El diario agrega que otro de los preparativos, este a un plazo de tres años, será el de desarrollar un sistema capaz de interceptar misiles tierra-tierra de medio alcance como los que la guerrilla libanesa disparó este verano contra las ciudades de Haifa y otras más al sur.
También a largo plazo está la posible decisión de que la Comandancia para la Retaguardia pase de manos militares a civiles, ante el fracaso del Ejército para proteger y evacuar a unos 700 mil civiles que quedaron bajo una lluvia de misiles disparados desde el Líbano.
