EFE
NUEVA YORK, EU.- No se ha enmendado hasta la fecha. La cantante estadounidense Whitney Houston -una de las mejores voces del ?soul?- sigue enganchada a las drogas en lo que parece un proceso de autodestrucción sin más final que la muerte.
Sus allegados, ?fans? y seres queridos están asustados ante el posible desenlace de la situación que vive la intérprete por lo que, en todos los foros públicos, tratan de animar a la artista a que abandone la tragedia de su adicción. Además - y con el fallecimiento como amenaza- han lanzado un anuncio desesperado para que la voz de I Will Always Love You abandone el camino que ha tomado.
Con 42 años cumplidos, la estrella de canciones como I Wanna Dance With Somebody, So Emocional o I Belong to You, se ha enganchado al ?crack?. Así parecen atestiguarlo unas fotografías tomadas por su cuñada, Tina Brown, en la mansión de Atlanta y publicadas en el diario The Sun.
?Entiendo por qué pasa. La adicción es una enfermedad. Tal vez esta entrevista le salve la vida?, agregó Tina al diario The Sun. ?La verdad tiene que salir. Whitney Houston no puede vivir sin droga. Consume a diario. Es algo tan terrible. Todo el mundo está muy asustado de que sufra una sobredosis?, comentó.
Una plegaria ?Por favor, Whitney, si lees esto? no quiero que termines como Billie. Por favor, por favor, por favor?haz que tu historia sea más feliz, sobria, que termine. Piensa en todos tus ?fans? y en los que te quieren?, destaca un seguidor de la cantante Whitney Houston en www.whitney-houston.com/, un sitio habilitado en Internet para los fans de la intérprete. Billie o ?Lady Day? hace referencia a la cantante de jazz Billie Holiday, alcohólica, adicta a otras drogas como la heroína y fallecida tras verse postrada en la cama de un hospital.
No obstante, la vida de Billie fue un auténtico calvario ya que sufrió el racismo imperante en los Estados Unidos de las décadas de los 30 y 40. Además, ?Lady Day? fue constantemente maltratada por su pareja, sus amantes y cierto sector de las autoridades que realizaban redadas en los locales donde trabajaba la genial cantante de Jazz.
Whitney, en cambio, no ha llegado a ese punto. Nunca pasó las penurias económicas de Billie (Houston ha vendido en torno a 100 millones de discos), no vivió la América de la segregación y tampoco luchó de local en local por obtener el reconocimiento como tratara de lograr su antecesora. Aunque sí que padeció la violencia ejercida por su marido, el rapero Bobby Brown. No obstante, Billie es parte de la simbología de Estados Unidos e icono del jazz en el mundo entero. Whitney Houston-si continua así- sólo quedará en la memoria de la gente por sus primeros trabajos discográficos y el ?qué pudo haber sido?.
?No me hundiré?
Hace cuatro años, la artista agradecía a sus seguidores en un comunicado ?su apoyo y sus oraciones? y según declaró en diciembre de 2002 a la popular presentadora televisiva Diane Sawyer, superó con anterioridad su adicción mediante la oración. En esta entrevista (cadena televisiva ABC), se le preguntaba a la cantante: ?¿Es alcohol, marihuana, cocaína, pastillas? ¿O todo ello??.
?A veces, así es?, respondía Houston en lo que parecía una poli-toxicomanía que le había llevado a probar de todas las drogas posibles. Empero, la artista nunca se planteó en términos de dependencia su estado. ?Prefiero pensar que tenía un mal hábito, que puede ser cortado?.
Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, rumores malintencionados informaban en Internet de que había muerto por una sobredosis. Houston revelaría que esos comentarios le hicieron replantear su actitud y comportamiento.
La importancia del apoyo de sus seguidores fue vital ya que como ella misma mantendría, ?es a la única gente en el mundo -el público, los seguidores- ante los que me disculpo. Porque si no tengo lo mejor para dar, no se lo puedo dar.
?No soy una persona que quiere morir. Soy alguien que tiene vida y quiere vivir?, afirmaba Houston. Su marido, Bobby Brown, de 36 años, también aparecía en el programa y confesaba consumir marihuana con moderación, porque le mantiene tranquilo y le ayuda a combatir un desorden bipolar, o psicosis maniaco-depresiva. ?No soy la más fuerte cada día, pero tampoco soy la más débil?, afirmaba Houston. ?No me hundiré?, recalcaba.
