POR 20 MILLONES DE DÓLARES, LA PRIMERA TURISTA ESPACIAL YA VUELA A BORDO DE LA SOYUZ.
Ansari, de 40 años, realizará dos experimentos de la Agencia Espacial Europea y un tercero del consorcio aeroespacial ruso Energía.
EFE
Moscú.- La millonaria estadounidense de origen iraní Anousha Ansari comenzó el primer vuelo de una mujer turista al espacio en la nave rusa Soyuz TMA-9 con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI).
La Soyuz TMA-9, en la que también viajan el cosmonauta ruso Mijail Tiurin y el estadounidense de origen español Miguel López-Alegría, fue impulsada por un cohete Soyuz FG que despegó a las 08.09 hora de Moscú (04.09 GMT) desde el cosmódromo kazajo de Baikonur, en Asia Central.
Por primera vez la televisión rusa transmitió en directo el lanzamiento de un cohete con una nave tripulada.
Durante la trasmisión televisiva en directo, se vio la ignición de los propulsores de cohete, cómo este se perdía el cielo, mientras una voz en el Centro de Control comunicaba: "El vuelo transcurre con normalidad".
Nueve minutos después del lanzamiento la SoyuzTMA-9 se separó del cohete portador y se ubicó en una órbita transitoria de 200 kilómetros del altura.
A partir de ese momento, la nave con los cosmonautas comenzó su vuelo autónomo a la EEI, a la que se acoplará el próximo miércoles a las 05.28 GMT.
Durante su permanencia de diez días en el espacio, Ansari, de 40 años, realizará dos experimentos de la Agencia Espacial Europea y un tercero del consorcio aeroespacial ruso Energía.
Los otros dos tripulantes de la Soyuz TMA-9, Tiurin y López-Alegría, relevarán a dos miembros de la actual tripulación de la EEI, el ruso Pavel Vinográdov y el estadounidense Jeffrey Williams, quienes regresarán a la Tierra junto con Ansari en la Soyuz TMA-8, actualmente adosada a la plataforma orbital.
A partir de la primera vuelta en torno a la Tierra, Ansari, Tiurin y López-Alegría pudieron quitarse las escafandras, lo que les permitirá adaptarse mejor a las condiciones de ingravidez.
Según Lindin, los médicos recomendaron a Ansari moverse lo menos posible, evitar los movimientos bruscos de la cabeza y sobre todo, los esfuerzos físicos durante el viaje.
Debido al poco espacio el vuelo de ida es incómodo y Ansari y sus compañeros tendrán que conformarse con cenas frías, porque a bordo de la nave rusa no hay un hornillo para calentar la comida.
No obstante, la perspectiva de estas incomodidades no hicieron mella en Ansari, que estaba muy animada la últimas horas previas al lanzamiento.
El viaje de Ansari supone una prueba de fuego para la promoción del turismo espacial, uno de los nuevos sectores en desarrollo relacionados con la exploración del cosmos.
Eric Anderson, ejecutivo de la empresa estadounidense Space Adventures, declaró recientemente que un viaje de diez días a la EEI en las naves rusas ya cuesta al menos 25 millones de dólares y no 20 millones como afirmaba la prensa.
Esta empresa, que trabaja con la agencia espacial rusa Roscosmos, ha organizado el viaje de Ansari y de otros tres millonarios, dos estadounidense y un sudafricano, que viajaron con anterioridad a la EEI a bordo de naves Soyuz.