El Siglo de Durango
Inició la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) un procedimiento en contra del restaurante Casa de Teja por incurrir en algunas faltas de acuerdo con la Ley Federal de Protección al Consumidor, al cobrar un 10 por ciento por concepto de propina.
El delegado estatal de la Profeco en Durango, Óscar Gómez Ramírez, informó que con la finalidad de alertar a los consumidores y proteger sus intereses, la dependencia a su cargo intensifica el operativo en materia restaurantera.
Manifestó que el 22 de mayo, personal comisionado de la Profeco se trasladó al restaurante denominado Casa de Teja ubicado en la avenida 20 de Noviembre No. 301 oriente, encontrando que dentro del contenido de listado de vinos de mesa no se detallaba el contenido neto de cada una de las botellas, sólo se especificaba el precio.
Asimismo, dentro de la facturación, en el ticket de venta se cargaba un 10 por ciento por concepto de propina ( a petición del cliente, de acuerdo con la persona que atendió la diligencia); cabe hacer mención que esta situación debe ser totalmente a voluntad del consumidor y nunca como un cargo.
Además, subrayó que en cuanto al servicio de buffet, las personas adultas tenían que pagar 75 pesos y los niños 45 pesos, precios que no se encontraban a la vista del consumidor.
Comentó que en virtud de lo anterior se desprenden posibles infracciones a a la legislación y la Profeco comenzó con el procedimiento que marca la Ley Federal de Protección al Consumidor.
Afirmó que tanto este establecimiento como otros restaurantes se encuentran bajo la lupa de Profeco a través de los operativos implementados para proteger los intereses de los consumidores.
Por último, el funcionario federal alertó a la ciudadanía para que no se deje sorprender, ya que es importante sembrar la cultura de la denuncia mediante las quejas en contra aquellas negociaciones que no cumplen con lo que marca la ley.
Otros establecimientos, en la mira
Recientemente, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) inició procedimientos en contra de dos establecimientos, el primero de ellos la farmacia La Maniatura, que estaba cobrando un 3 por ciento adicional cuando la mercancía se pagaba con tarjetas de crédito o débito.
Asimismo, se inició un procedimiento en contra del estacionamiento Santa Ana que no contaba con el holograma de calibración en el checador correspondiente al año 2005.