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AMÁN, JORDANIA.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo ayer jueves que Estados Unidos acelerará el traspaso de Seguridad a las Fuerzas iraquíes, pero le aseguró al primer ministro Nuri al Maliki que Washington no está buscando una ?salida elegante? de la guerra.
Bajo una creciente presión política en sus países, los líderes de Estados Unidos e Irak se reunieron para explorar cómo frenar la violencia.
Las tensiones que surgieron cuando la primera sesión fue cancelada de manera abrupta el miércoles en la noche, no traslucieron cuando ambos se presentaron el jueves ante la prensa tras un desayuno.
?Aprecio la valentía que usted muestra durante estos momentos difíciles mientras lidera a su país?, expresó Bush a Al Maliki tras casi dos horas y medias de diálogo. ?Es la persona correcta para Irak?, sostuvo. Fue el tercer encuentro cara a cara entre los dos líderes desde que Al Maliki asumió el poder hace seis meses.
?No hay problema?, manifestó Al Maliki.
No hubo respuestas inmediatas sobre cómo superar las divisiones entre shiies y suníes que están alentando la violencia sectaria en Irak o calmar la insurgencia contra la presencia de las Fuerzas extranjeras.
Los líderes salieron de su desayuno y de la sesión formal con pocas ideas específicas.
?Una de las frustraciones que tiene conmigo es que cree que hemos sido lentos para darle las herramientas necesarias para proteger a la población iraquí?, expresó Bush. ?No ha tenido la capacidad de responder. Por eso queremos acelerar esa capacidad?.
Ninguna de las dos partes explicó cómo sucederá eso.
Un allegado de Al Maliki que asistió a las reuniones de ayer dijo que el líder iraquí le presentó a Bush una propuesta para el equipamiento y entrenamiento de las Fuerzas de Seguridad iraquíes. El asesor, que habló a condición de mantener su nombre en el anonimato debido a lo delicado de la información, se negó a ofrecer detalles.
Después que la Oposición demócrata consiguió el control del Congreso en los comicios del siete de noviembre, se han incrementado los llamamientos para que Estados Unidos comience a retirar los 140 mil soldados que tiene en Irak.
Bush admitió esa presión y dijo que quería comenzar a evacuar a los soldados tan pronto como sea posible. Sin embargo, reiteró que Estados Unidos permanecerá ?hasta que el trabajo quede concluido?.
En las conversaciones sostenidas en Amán y que habían despertado grandes expectativas, los dos gobernantes acordaron también que Irak no debe ser escindido en zonas semiautónomas.
?El primer ministro dejó establecido que la división de su país en partes, como algunos han sugerido, no es lo que el pueblo iraquí desea, y que cualquier partición de Irak sólo causaría un aumento de la violencia sectaria?, expresó Bush.
Bush y Al Maliki tenían previsto iniciar el miércoles dos días de reuniones, pero el primer encuentro fue cancelado luego de revelarse dudas de Estados Unidos sobre la capacidad del gobernante iraquí y surgir una protesta en Bagdad por la presencia del primer ministro en la cita.
