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Prostitución | Donde se pierde la inocencia

René Arellano Gómez

El Siglo de Torreón

Las autoridades dicen desconocer la problemática y niegan haber recibido denuncia alguna.

Cd. Lerdo, Dgo.- Una habitación de cuatro metros cuadrados y paredes blancas, inundada por una atmósfera húmeda con olor a cigarro, cerveza y sudor, está habilitada como restaurante en la colonia Francisco Villa Norte, donde faltan son alimentos pero sobran tres menores de edad, quienes cobran diez pesos por bailar una pieza y ejercer la prostitución.

Entre las adolescentes destaca una de piel morena, delgada, cabello castaño con mechas rubias que le tocan los hombros y enmarcan su rostro anguloso; cejas delgadas y ojos café oscuro, labios finos. Es Yadira, quien dice tener 17 años, viste camiseta negra al ombligo, pantalón de mezclilla a la cadera, tenis de lona, y baila pasito duranguense con un hombre que le dobla en estatura y la supera tres veces su peso y edad.

Son las 00:36 horas de cualquier viernes y Yadira se encuentra en Las Palmas, porque Mi Útimo Refugio -establecimiento donde suele trabajar- cerró temprano. Llegó minutos antes acompañada de Ana, otra menor de complexión robusta, piel morena clara, cabello oscuro lacio, cara redonda y que no aparenta más de 15 años. Ambas departen con el mismo hombre en uno de los extremos del atestado lugar, que funciona bajo la mirada protectora de la estampilla de San Miguel Arcángel que hay sobre la entrada, así como por dos sujetos y la supervisión de una mujer de 30 años aproximadamente.

Otra joven delgada, de piel blanca, cabello rubio, ojos verdes y facciones suaves, ingresa al lugar y se instala en una de las sillas de plástico blancas, que conforman el parco mobiliario del establecimiento, donde departe con un hombre de unos 35 años.

Frente al único acceso suena la rocola predominantemente con música norteña y permanece un adorno de cuernos de toro y globos desinflados, jóvenes jornaleros -quienes han dejado junto al mingitorio sus bicicletas -empleados y padres de familia que acuden en sus autos Stratus, Jetta y camionetas Cherokee. Allí, cuatro sexoservidoras departen entre las mesas y dos más sirven cervezas.

Como éste negocio, donde se permite el acceso a menores de edad para bailar y prostituirse, existen otros seis en una extensión de 500 metros sobre el Periférico de Lerdo, en la zona conocida como salida sur. Las autoridades municipales dicen desconocer o niegan haber recibido denuncias sobre prostitución infantil.

Silvia Marcela González Longoria, médico del Departamento de Prevención Social de Lerdo, informa que cuentan con un padrón de 110 sexoservidoras, de las cuales sólo el 35 por ciento acude a revisión médica cada 15 días y cinco son varones. A parte, existe una población flotante de personas que ejercen esta actividad una o dos noches por semana sobre el Periférico, que son abordadas por traileros, de niñas sexoservidoras dice no tener registro.

En cambio, la prostitución de menores es una realidad para los habitantes de las colonias Francisco Villa Norte, Francisco Villa Sur, Ampliación Francisco Villa Sur, Tiro al Blanco y Cerro de la Cruz, pues es justo en medio de este cinturón de pobreza -se trata del polígono 52 de Hábitat, un programa de apoyo a las zonas marginadas del área urbana de los municipios- que funcionan los siete negocios. En dicha zona predominan la violencia intrafamiliar, alcoholismo, drogadicción, desempleo y falta de servicios.

Los núcleos de prostitución en este sector reviven cuando el sol ha rendido su jornada. Entonces aparece un número indefinido de adolescentes, algunas de las cuales viven en las propias colonias de esta zona. Por ejemplo, dos tienen su domicilio en la colonia Cerro de la Cruz, otras dos en la Francisco Villa Sur, una más en la colonia Tiro al Blanco y otra que acude esporádicamente desde el ejido La Concha en Durango. Incluso hay quienes acuden del municipio de Gómez Palacio.

Sexoservicio sin salir del negocio

El restaurante Las Palmas colinda con un domicilio del que lo separa una ventana de cortinas blancas, a través de las cuales suelen pasar a las menores hacia la casa y ?librar? los rondines de inspección y vigilancia municipales, según detalla una menor que frecuenta estos establecimientos.

Si es el caso, las adolescentes y sus parejas ocasionales recalan en el Río Motel, situado también sobre la salida sur en la colonia Ampliación Francisco Villa Sur, y donde la Procuraduría General de Justicia del Estado de Durango, suele arraigar a personas sujetas a invetigación. La habitación cuesta 100 pesos. En Mi Último Refugio hay una habitación para los mismos fines al fondo, relata una menor sexoservidora.

Este lugar es frecuentado por agentes de la Policía Preventiva y en particular de la Rural, que departe con familiaridad con las adolescentes. Mientras que en Las Palmas suele asistir personal de diversas dependencias de la Presidencia Municipal, incluso portando el uniforme.

Otros restaurantes semejantes son El Lucero y el Kiosco, así como los restaurantes bar El Club de Toby, Villamar y Lerdo. Todos tienen licencia en regla y se cuentan entre los 360 negocios que conforman el padrón de alcoholes, según detalla Angélica María Machado Medrano, directora del departamento correspondiente.

Pero las autoridades han sido rebasadas porque son sólo cinco las personas que laboran en el Departamento de Prevención Social de Lerdo (director, administrador, médico general y dos inspectores). Pedro Meras Noriega, administrador la citada dependencia, reconoce que ?está muy reducido el personal, pero se está trabajando al 100 por ciento?.

Organización delictiva en la zona

En la salida sur, los jueves, viernes y sábados, la noche pone al descubierto además el consumo de drogas en esos mismos lugares o sus alrededores, por ejemplo, uno de los hombres que departía en Las Palmas acudió al baño para darse un ?pase?, alentado por una de las sexoservidores que departía en el lugar.

?Aquí el movimiento es que en los congales, los taxistas son los que acarrean a la gente a donde están los puntos de venta, salen a comprar sus cosas, sus grapas?, establece Norma Ortega Chacón, vecina del lugar. También señala que la mayoría de las unidades son de líneas de taxi de Torreón, Coahuila, por ejemplo: Correcaminos, Express, Huichos, mientras que los taxis locales con poca frecuencia.

Lo mismo sucede en sitios como Lerdo y Mi Último Refugio, en particular en este último donde se carece de alumbrado en el estacionamiento y no existe pared que lo separe del interior, además de dos baños improvisados localizados al fondo.

En sitios como El Club de Toby y el restaurante Lerdo suele darse ?variedad? (acto en el que las menores se desnudan) y posteriormente se realiza una subasta de la adolescente entre los asistentes, eso sí, todo después de las 12 de la noche, pues 20 minutos antes concluye el operativo de Alcoholes y Prevención Social, detallan ?Nora? y ?Lily?, la primera de 19 años y la segunda de 16, quienes suelen asistir a estos sitios.

Ambas señalaron que algunas de las menores que se prostituyen figuran en el caso del comerciante de ascendencia palestina, Antonio Sicsick Segovia, quien cumple una sentencia de tres años y medio por los delitos de violación equiparada, atentados al pudor con violencia y corrupción de menores.

Hechos que se hicieron públicos cuando las madres de las infantes afectadas de las colonias Francisco Villa Norte y Sur, interpusieron una denuncia el 18 de febrero de 2003, donde señalan que menores (de entre los seis y 12 años) eran llevadas al domicilio de Sicsick Segovia para hacer ?gorritos? de papel o a limpiar la casa, sin embargo, era con el fin de realizarles tocamientos obscenos.

Ahora los pobladores de la salida sur se encuentran preocupados ante la posibilidad de la apertura de un nuevo establecimiento a 100 metros de donde se localizan Las Palmas y El Kiosco, cuya estructura es similar a la del segundo, situación que les atemoriza, debido a las riñas que se registran y los daños que han causado a las viviendas los propios rijosos, así como el intento de ingresar a los domicilios para huir de las pele

Giros negros

A continuación se dan algunos datos relacionados con los llamados giros negros en Ciudad Lerdo.

110 sexoservidoras integran el padrón de Prevención Social.

Existen 360 establecimientos de venta de bebidas embriagantes.

Tres mil habitantes integran la población de cinco colonias de la salida sur.

Siete restaurantes y restaurantes-bar consienten la prostitución infantil.

FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón

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