PRECAUCIÓN | NO ES LO MISMO EL CATARRO COMÚN QUE LA INFLUENZA.
Virus, bacterias, cigarro, humo y polvo pueden desencadenar las enfermedades.
El Siglo de Torreón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- La atención a enfermedades que afectan el aparato respiratorio y pueden tener su origen en procesos infecciosos, mecánico obstructivos y alérgicos, constituye la prioridad en la temporada de frío.
La demanda de consulta derivada de estas causas se ha incrementado en forma considerable, según destacó el titular de la Jurisdicción Sanitaria Número Dos, Arturo Torres González.
Mientras que las causas infecciosas se asocian a microorganismos como virus y bacterias, los de origen mecánico obstructivo se atribuyen a la exposición de contaminantes de la atmósfera y el hábito de fumar, entre otros.
Los de origen alérgico son una respuesta inmunológica a compuestos como el polen o el polvo, por citar algunos ejemplos.
Dentro de las enfermedades infecciosas, cobra una especial importancia la influenza, por ser una enfermedad viral aguda muy contagiosa, la cual se presenta con mayor intensidad durante los meses de octubre a mayo.
En general, la mayor parte de los casos muestra una recuperación de tres a siete días, pero los menores de dos años, los ancianos o personas con enfermedades crónico degenerativas (pulmonares, cardiacas, renales, diabetes), pueden presentar complicaciones graves como la neumonía, exacerbación de cuadros bronquíticos y/o asmáticos, sinusitis y otitis media.
Sin embargo, es frecuente que se confunda al catarro común con la influenza, para lo cual la ciudadanía debe saber identificar las diferencias y procurar al paciente la atención médica inmediata.
Esto, de manera que si presenta los síntomas o signos del catarro o de la influenza, se recomienda no automedicarse y evitar el uso de aspirinas o medicamentos similares que contengan ácido acetilsalicílico.
También se debe controlar la fiebre con medios físicos, además de permanecer en completo reposo en casa, tomar líquidos abundantes y mantener la alimentación habitual.
Tratándose de niños pequeños, debe mantenerse la alimentación de pecho materno, evitar llevarlos a lugares de alta concentración poblacional como cines, teatros, bares y autobuses.
Los adultos deben cubrirse la nariz y boca con pañuelos desechables al toser o estornudar y lavarse las manos para proteger a las demás personas; no saludar de forma directa (de beso o mano) para no contagiar a otras personas.
Torres González indicó que los niños enfermos deben evitar contacto con los ancianos o personas con enfermedades crónicas.
También es recomendable lavar los utensilios de las personas enfermas después de comer con agua caliente y jabón, para matar los microbios y finalmente, acudir a la unidad de salud más cercana o consultar al médico especialmente niños y ancianos con fiebre alta, debilidad generalizada, dificultad al respirar, tos seca persistente y dolores musculares.