Indígenas de Guerrero piden la remoción del sacerdote Natalio Carmona tras acusarlo de sostener relaciones "con feligresas", además de estar vinculado en el asesinato de otra mujer.
EFE
Igualapa (México.- Los habitantes de una comunidad indígena del estado de Guerrero, sur de México, mantienen en su poder un templo católico e impiden oficiar misa al párroco, al que acusan de "mujeriego y asesino", y exigen su remoción.
Los indígenas amuzgos del municipio de Igualapa acusan al cura Natalio Carmona de sostener relaciones "con feligresas", además de estar vinculado con la muerte de una mujer de una comunidad cercana que fue encontrada muerta en un rancho propiedad del sacerdote.
"La comunidad no quiere al sacerdote", aseguró Florentino Vinalay, lugareño de este lugar, quien añadió que la "gente está enojada porque presuntamente mató a una mujer".
Desde hace un mes se mantiene la tensión debido a que los indígenas han impedido el paso del sacerdote a la iglesia y exigen que sólo permitirán las misas hasta que llegue otro cura para oficial las ceremonias religiosas en este templo.
"La gente no lo quiere porque se vio involucrado en un crimen", dijo un funcionario del Ayuntamiento local.
El municipio se ubica en la región de la costa cerca de la frontera con el estado de Oaxaca y se produce fríjol, maíz y sandía.
Los aldeanos acusan también al religioso de andar "con mujeres" del lugar y de intimidar a la población con la policía.
El templo de la comunidad está dedicado al "Señor del Perdón" al que acuden miles de creyentes de otras ciudades del estado.
Explicaron que entre otras quejas contra el sacerdote está que había hecho un negocio particular con las misas.
Antonio Lara, de unos 70 años, explicó que se está convocando a una misa de reconciliación para mañana, jueves, con el pueblo, pero advirtió que "esa misa la tiene que dar otro cura, porque el párroco (Natalio Carmona) no entra más ahí".
Esperan que a la misa acudan autoridades del estado así como el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco.
