EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Inconformes porque las utilidades de este año fueron menores a las que esperaban, trabajadores de la empresa de carrocerías Gallegos se manifestaron ayer en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje y posteriormente en la Subsecretaría de Gobierno del Estado.
El grupo de manifestantes acudió con el propósito de que también se esclareciera su situación laboral, después que la tarde del martes, al percatarse el dueño de la empresa, Gerardo Gallegos Sosa de que no habían quedado conformes con el reparto de las utilidades, les hizo saber a gritos de que estaban despedidos.
Gerardo Silva Muñoz, quien se desempeña como delegado sindical de los trabajadores afiliados a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), dijo que inicialmente, la empresa les hizo saber que les tocarían entre dos mil 600 y tres mil 200 pesos a cada trabajador, pero esta cantidad se redujo a dos mil y en el peor de los casos hasta mil 200 pesos.
El argumento de la empresa fue que no se obtuvieron los ingresos esperados, a pesar de que este último año se duplicó la carga de trabajo para los empleados de las distintas áreas.
Silva Muñoz dijo que además, la empresa estaba incurriendo en la práctica de manejar bajo el rubro de anticipo de utilidades lo correspondiente a las horas extras y hasta los periodos vacacionales, lo que según consideró es con el fin de evadir el pago de impuestos.
Los inconformes señalaron que la tarde del martes, se reunieron afuera de la empresa para tratar de tomar acuerdos y solicitar un incremento en las utilidades, pero Gallegos Sosa les hizo saber en ese momento que estaban despedidos.
El representante legal de los trabajadores, Sergio Hernández Muñoz, dijo que por este motivo se promovería una demanda laboral por el despido injustificado de 130 personas.
El contingente acudió a las oficinas de la JLCA, pero se retiró casi una hora después porque el dueño de la empresa no atendió el llamado del presidente del tribunal, Francisco Javier Covarrubias, para que acudiera y se tratara de llegar a un acuerdo conciliatorio.
En este sentido, el abogado José Luis García Cervantes dijo que en todo momento los trabajadores esperaron a su patrón en un salón de la JLCA, el cual está en pésimas condiciones, sucio y carente de ventilación, lo que consideró un trato inhumano para sus representados. Incluso, señaló que Covarrubias profirió insultos a uno de los afectados.
Hace dos meses, la empresa de carrocerías fue obligada a atender un pliego petitorio de los trabajadores, quienes demandaban mejorar sus condiciones mediante la entrega de equipos de protección para actividades de soldadura, aumento en el suministro de agua potable y el derecho de hacer uso de los sanitarios cuando así lo requirieran, pues sólo se les permitía acudir una sola vez y mostrando el gafete de acceso, el cual era único para un total de 250 empleados.