El Siglo de Torreón
Mapimí, Dgo.- La falta de agua que en algunos casos se ha prolongado hasta por diez días, alteró los ánimos de algunos pobladores de esta cabecera municipal, quienes se aglutinaron en la Presidencia para exigir que se restableciera el servicio.
La ausencia del vital líquido se generalizó el pasado viernes, cuando la Comisión Federal de Electricidad (CFE) suspendió el suministro de energía eléctrica al Municipio por los adeudos correspondientes al último mes de consumo, lo que derivó en la interrupción del funcionamiento de la bomba que abastece a los habitantes de Mapimí.
En el caso de la colonia Hierbabuena, ubicada en la parte alta, hay familias que no disponen de agua potable desde hace ocho días, durante los cuales tampoco han sido apoyados con pipas que les acerquen el líquido por lo menos para las actividades básicas.
María Catalina Córdova, quien vive en dicho sector dijo que a partir de entonces han enfrentado muchas dificultades para cumplir con los quehaceres diarios, mientras que prácticamente se han tenido que olvidar del aseo corporal ?porque ya lo que queremos es que haya para tomar?.
Según refirió, hay un grupo de particulares que aprovechan la situación y practican la venta de agua, recorriendo las calles a bordo de una camioneta que en la caja lleva un tanque a su máxima capacidad, por el que se deben pagar 200 pesos.
?Cuando tenemos, nos cooperamos dos vecinas, de a cien cada una y nos quedamos con la mitad del tanque?, aunque de acuerdo con lo que expresaron otras inconformes, es muy poca la gente que tiene la posibilidad de hacer tal gasto.
Guadalupe Portillo Favela manifestó que otro de los sectores afectados es la colonia Peñoles, donde desde hace diez días se ha agudizado la falta de agua potable, a pesar de que no ha iniciado todavía la temporada de calor en la que aseguró, la situación habrá de empeorar.
Las viviendas que están a unos metros de la Presidencia Municipal se vieron afectadas por la falta de agua desde el fin de semana, pues según lo manifestado por Juanita López, de la calle Ignacio Zaragoza, el agua dejó de salir de las tuberías y con ello se interrumpieron las labores del hogar.
Como usuarios del servicio de energía eléctrica, los habitantes de Mapimí han llegado a tener en sus manos recibos de hasta dos mil pesos, en medio de una situación socioeconómica agravada por la falta de empleos y la carencia de recursos básicos como el agua potable.
Y es que según señalaron los inconformes, tanto el alcalde, Miguel Guajardo Valdés como la mayoría de sus colaboradores provienen del poblado de Bermejillo, al que se canaliza el grueso de los programas de obras y apoyos asistenciales.
Adeudo del municipio
Un total de 33 mil 200 pesos,correspondientes al último mes de consumo de energía eléctrica,es lo que adeuda el municipio de Mapimí a la Comisión Federal de Electricidad y que según el síndico, Cosme Prince, son el resultado de la poca respuesta de la comunidad en el pago de los recibos de agua potable. El representante de la autoridad señaló que según el Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado (Sideapa) de esta localidad, sólo se logra facturar el 60 por ciento del agua que se proporciona a la comunidad, por lo que se han tenido serias dificultades para cubrir los costos de operación. Luego de la protesta efectuada por algunos inconformes, el municipio determinó comenzar a surtir a la cabecera municipal del pozo con que se abastece la comunidad de Bermejillo, en
tanto se llega a un acuerdo con los representantes de la Comisión Federal de Electricidad para el pago del adeudo.
