Pekín, (EFE).- Más de nueve mil universitarios chinos protestaron en una universidad del suroeste de China y causaron destrozos porque la dirección del centro les cortó la luz, lo cual les impedía ver los partidos del Mundial 2006, informó la prensa local.
La práctica de cortar la luz por la noche es habitual en los dormitorios de las universidades chinas, pero sentó especialmente mal a los estudiantes de la Universidad de Sichuan, que se quedaban así sin ver el campeonato de futbol.
Según el portal web informativo "Wenxue City", cientos de estudiantes en el campus Jiangan de la citada universidad comenzaron a tirar botellas, muebles y otros objetos por las ventanas de su dormitorio el pasado 12 de junio, y causaron pequeños incendios en protesta por el corte de luz.
Algunos universitarios alegan que necesitan la luz para ver los partidos, sino también para estudiar, dada la cercanía de los exámenes finales de junio y julio.
"Aunque los exámenes son la próxima semana, los estudiantes se quedan viendo los partidos hasta las 5 de la mañana", señalaron fuentes cercanas a la universidad.
Un estudiante del campus, consultado por EFE, señaló que los incidentes no habían resultado en enfrentamientos con los guardias, que acordonaron la zona durante los días de mayor tensión.
La diferencia horaria con Alemania (seis horas menos que en China) hace que los últimos partidos de cada jornada se emitan en directo a las 3 de la madrugada, acabando a las 4:45 (aunque la televisión china los repite al día siguiente).
La pasión de los chinos por el futbol hace que muchos de ellos hayan cambiado su horario de sueño, o hayan reducido el tiempo de descanso, lo que ya ha generado varios sustos en los dispensarios médicos del país oriental.
Al menos siete personas han muerto en China en los últimos días tras pasar varios días sin dormir, obsesionados por ver el mayor número posible de encuentros de la cita mundialista germana.
Curiosamente, la protesta universitaria no ha sido la única que en los últimos días se ha registrado en China, dado que los días 14 y 15 de junio unos diez mil estudiantes protagonizaron incidentes violentos en la Universidad de Zhengzhou (centro del país) alegando que la dirección del centro les había estafado con los diplomas.
