Embarazos no deseados, infidelidades y abandonos forman personas que aborrecen a la sociedad
El Siglo de Durango
EL ORO, DGO.- La crisis del modelo familiar, la falta de disciplina y de respeto, pérdida de autoridad de los padres de familia y la incorporación de nuevas culturas son causas probables de la violencia, comentó el párroco Faustino Villa Cárdenas.
El sacerdote refirió que la difícil situación por la que atraviesa la familia, en donde el estado de Durango y el municipio de El Oro no son la excepción, repercute en la sociedad de forma notable, situación que se refleja en el incremento de violencia, adicciones y demás males que han generado un cáncer en la humanidad.
El problema familiar surge desde la pareja, pues cuando llegan a un grado en donde se pierde el amor, respeto y comprensión les es imposible ejercer un buen ejemplo y control de los hijos, que se ven gravemente afectados en cuanto sienten algún tipo de ruptura en el hogar.
En Santa María del Oro y sus alrededores, se da un fenómeno particular de las zonas de emigración, y es el crecimiento de los hijos sin la figura paterna, misma que es insustituible en la formación familiar.
Esta situación se presenta por varios motivos, entre los que puntea la emigración de los hombres a Estados Unidos, seguida de los embarazos no deseados, infidelidad o simple desinterés por alguna de las dos partes.
Al emigrar, el jefe de familia se va con la esperanza de dar a los suyos una mejor forma de vida; empero, al estar en un país desconocido se presentan escenarios que pueden truncar la buena relación con su pareja.
Y es que al haber distancia de por medio en la pareja, se presenta la soledad, que puede ser causa de infidelidad, pues hay quienes ya no regresan y dejan abandonados a sus mujeres e hijos para iniciar una nueva relación.
Villa Cárdenas, en el cumplimiento de su vocación, visita muchas localidades rurales y conoce gran cantidad de gente; con esta experiencia, platica cómo hay madres solteras en la región, entre ellas, menores de edad que no estaban preparadas para traer vida al mundo, mucho menos para hacerse cargo de una nueva criatura, al igual que su pareja, aunque la diferencia es que ellos incumplen con sus obligaciones.
Por otra parte, hay familias que aparentemente están bien consolidadas pero cuando se presenta la infidelidad se rompen los lazos afectivos y el hombre y mujer se convierten en rivales, mientras que los herederos fungen como espectadores o hasta mediadores.
Todo esto da como consecuencia una sociedad enferma, carente de bases morales, que se va convirtiendo en un círculo vicioso, pues generalmente,?los hijos sin padre dejan a sus hijos sin padre?.
Entonces vemos los resultados en nuestra sociedad, desde ladronzuelos, asaltantes, golpeadores, alcohólicos, drogadictos, asesinos y una serie de delincuentes, que en su mayoría son el producto de una familia desintegrada, enfatizó.
Mientras se siga presentando este entorno, será cada vez más común ver hechos como los que se han suscitado en días pasados en esta cabecera municipal, por lo que urge que la sociedad dé un vuelco del rumbo que lleva.
Investigación
La desintegración familiar se agrava con el paso del tiempo, cada vez es más común ver a la base de la sociedad dividida o destruida, mencionó el párroco Faustino Villa Cárdenas.
Cerca del 60 por ciento de las parejas en México se separan, mientras que el 30 por ciento se divorcian de manera legal; el estado de Durango está dentro de la media nacional, según estadísticas oficiales de los Institutos Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) e Investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Según estudios realizados por la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el país 30 de cada 100 parejas que contraen matrimonio se divorcian debido a la falta de tolerancia y de comunicación; sin embargo, al incluir a las parejas que sólo se separan sin realizar trámites legales esta cifra se duplica.