EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La Presidencia Municipal carece de accesos para las personas con capacidades diferentes. Cuando al edificio público acude gente en silla de ruedas, muletas o alguna dificultad para caminar, debe esperar a que una persona se acerque y le ofrezca ayuda para subir las escaleras o en su caso, pedirle al funcionario que baje.
El alcalde, José Ángel Pérez Hernández, reconoció que existen muchas deficiencias en los edificios gubernamentales y en las plazas, en cuanto a los accesos para las personas con capacidades diferentes, por lo que solicitó a los Departamentos de Obras Públicas y de Desarrollo Urbano que establezcan en un proyecto lo que se requiere en estos espacios públicos para ofrecer a la gente las facilidades necesarias para su desplazamiento.
?Les he pedido que definan todo lo que se requiere en un lugar público, todo lo que se debe contemplar, las rampas, bebederos, bancas, lugares apropiados para que la gente pueda sentarse y esperar por alguna resolución por su problemática, la idea es tener en cuenta todo para poder ir resolviendo esto?, manifestó.
Por lo general, son los propios elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal los que ofrecen el apoyo a las personas con discapacidad, a quienes incluso cargan para llevar al segundo piso, donde se encuentra la mayoría de las oficinas de atención a la población.
De acuerdo con datos del DIF, en Torreón existen alrededor de diez mil 380 ciudadanos que presentan una discapacidad severa, que les representa una gran dificultad para realizar sus tareas diarias, por lo que se ven obligados a depender de sus familiares o personas cercanas.
Además, hay cerca de 57 mil 700 habitantes en Torreón con algún tipo de discapacidad, pero que pueden aprender a valerse por sí mismos. Pese a que son muchas las personas que requieren de accesos como rampas para poder hacer más fácil su desplazamiento por la ciudad, los lugares públicos aún presentan muchas deficiencias en este sentido.
La mayoría de los edificios públicos carecen de los accesos necesarios para la gente con capacidades diferentes, además de que las rampas en los diferentes paseos presentan un deterioro considerable y cuarteaduras, por lo que resulta imposible que cruce por aquí una silla de ruedas.