Hoy en día las mujeres tienen mayor desplazamiento, lo que incluye llevar y traer a los niños de las escuelas, ir al súper, llevar y traer a los niños de sus entrenamientos, a las clases especiales para que se pongan al corriente en sus estudios, a clases de actividades artísticas, aeróbics, tejido, jardinería, etc. El caso es que la mujer lleva a cabo actividades que realiza sin su pareja y, en ocasiones, esto conlleva que se topen con individuos que las acosan, tan sólo por el hecho de no verlas acompañadas.
Recién me enteré de un caso que sucedió en nuestra ciudad, lo que quiero compartir con ustedes.
Un grupo de señoras se percataron que había un individuo que todo el tiempo permanecía afuera de las instalaciones de un sitio donde tomaban clases, al parecer sin que hubiera una razón. Lo comentaron con la persona encargada, pero ésta no les hizo caso. En días pasados, a la salida de la clase, este individuo siguió a una de las señoras, quien al darse cuenta no se dirigió a su casa, sino a la de una amiga, y el tipo llegó y se estacionó detrás del coche de ella. Ahí se percataron otras señoras vecinas que también asistían a esas clases y coincidieron que ya tenía tiempo acechándolas. Ahí la ?acosada? le llamó a su esposo y a la policía, la que llegó, pero no se veía que hicieran nada, como si fuera un ?chisme de viejas?, pero cuando llegó el esposo éste los conminó a que se lo llevaran detenido, porque, inclusive, en el coche traía una barra de fierro que pudiera ser peligrosa.
Se lo llevaron a la Ministerial junto con las señoras y ahí les tomaron declaraciones y después de mucho tiempo, les dijeron que no pertenecía a ese lugar, y se lo llevaron a la cárcel de la Colón. Ahí, de nuevo los careos, otras dos horas para eso. Siempre ante una secretaria, porque en ambos lugares el encargado no se encontraba, para que al final fuera la secretaria quien les dijera a las señoras que esa conducta no estaba tipificada como delito, sino solamente como ?faltas a la moral? y por eso se le pone una fianza, pero si ahí mismo el acusado pone una contrademanda no tiene qué pagarla y sale libre, lo que sucedió en este caso: el tipo salió libre sin pagar fianza, y sin que hubiera una autoridad representativa que les diera una buena explicación o les dijera cuál era el siguiente paso a seguir. Imagínense la frustración que sufrieron, después de haberse atrevido a denunciarlo a pesar de que el hacerlo siempre conlleva un temor a represalias.
Me comentaba la señora ?acosada? que cuando uno de los policías empezó a interrogar al tipo de casi 25 años, éste se comunicó con su mamá por celular y que ella gritaba amenazas por el teléfono para que las oyeran los policías y lo dejaran libre, palabras como: ?si te hacen algo, no se la van a acabar, que se cuiden, etc., etc.?, como si estuviera defendiendo a un bebito. Esto, que aparentemente pudiera parecer chistoso, puede ser delicado, porque nos puede señalar un individuo con alguna patología, porque se estaba escudando en la madre para que se le resolvieran sus problemas.
Ojalá que sí le den seguimiento a este caso porque, al parecer, se tiene que llegar a solicitar ayuda policíaca con agresividad física o violación para que se tomen medidas penales, en lugar de tomar en cuenta los casos en etapas preventivas, como sucedió ahora.
