Ya se dio inicio nuevamente a la campaña política para la Presidencia de la República y los mexicanos tenemos que sufrirla día a día, hora a hora, minuto a minuto y segundo a segundo, porque los medios de comunicación no hablan de otra cosa, sufriendo los embates de las mentiras, golpes bajos, corruptelas, ?alianzas? amañadas, etc. para lograr posiciones de los políticos. Casi se podría decir que, aunque no ganemos millonadas como lo hacen ellos (en el fondo eso es el común denominador: obtener el poder para llegar al dinero), qué bueno que no nos dedicamos a ser pillos, perdón? quise decir políticos, porque se necesita tener buen ?hígado? para aguantar improperios y verdades.
Debería de establecerse, igual que la tregua del mes pasado, que las campañas se dieran días alternados de la semana (exceptuando el domingo por ser día de descanso obligatorio) y a determinados horarios y en determinadas secciones de la prensa, radio y televisión, para que no nos tengamos que ?recetar? toda esa pantomima los que presumimos de criterio estable y rígido (???). Ya sabemos cómo se las gasta cada candidato y qué se puede esperar de unos y otros, entonces para qué tanto dinero tirado a la basura cuando se podría utilizar en algo más benéfico; y lo más dramático es que el pueblo lo paga.
La realidad es que el problema son las leyes del IFE, que no deberían de aceptar tantos partidos minoritarios y no dar tantísimo dinero a cada uno de los muchos partidos políticos establecidos en el país. Yo a eso no le llamo democracia, los catalogo de ?tontocracia? y ?pillocracia?. Escoja el nombre que más le guste y marque el xx para el primero y xxx para el segundo y participe en la rifa de un ?dinosaurio percudido?.