?Convocan boicot al Código?.
?Afirma arzobispo que filme denigra la razón de la fe?.
?Si El Código ofende, no lo vean?.
?Mona Lisa: ¡no tocar!?.
?Crece rechazo al Código Da Vinci?. etc., etc., etc?
Desde que se anunció el estreno en las salas de cine del filme El Código Da Vinci, basado en el libro de Dan Brown del mismo nombre, han aparecido titulares de este tipo en los medios de comunicación, sobre todo los amarillistas, que han ocasionado que aquellas personas que no han leído la novela acudan a ver la película tan sólo por la polémica que ha alcanzado.
Por principio de cuentas, es un filme de ficción, porque todo lo que ahí se relata es imaginación de un novelista, empezando por la idea de que María Magdalena engendró un hijo de Jesucristo, apoyándose en el concepto del cuadro de La Última Cena, de Da Vinci, el cual es tan sólo una pintura, creación de su autor. Esto debe quedar bien claro: es, primero que nada y antes que todo, un cuento. El libro de referencia está lleno de elementos que no tienen demasiada correlación con la realidad, eso es cierto; pero, el autor, errónea y tendenciosamente, al inicio nos dice que ?todas las descripciones de obras de arte, edificios, documentos y rituales secretos que aparecen en esta novela son veraces?, además, ?el Priorato de Sión -sociedad secreta fundada en 1099- es una organización real??, lo que motiva a los lectores a comprarlo para enterarse, porque los seres humanos siempre han estado ávidos de conocer lo referente a lo oculto y, aunque sea a través de leer una simple obra literaria, como lo es el género de la novela, sentirse poseedores de lo arcano.
Se ha dicho, en defensa de la exhibición de la película, que hay una tendencia a subestimar la inteligencia de los espectadores porque las personas deben ser capaces de discernir lo que es una idea provocativa de lo que es puro espectáculo; pero eso no es argumento válido. Platicando con una persona sobre el filme, me decía: ?algo ha de haber de cierto, porque se habla mucho de María Magdalena, se le menciona mucho?, lo que pienso que es totalmente erróneo porque lo mismo se puede hablar sobre las películas de Bambi o Dumbo de Walt Disney y no se ha visto, hasta ahora, que los animales hablen.
Atinadamente, el propio director de la película, Ron Howard, dice: ?lo que hizo Dan Brown en su novela es tomar un número de teorías conspirativas y unificarlas en una novela de acción, apoyándose en situaciones históricas comprobadas y jugando con una serie de suposiciones en donde el lector y el narrador se ven obligados a preguntarse cuáles son ciertas y cuáles no?. Como podemos ver, es sólo ficción, pero, aunado al manejo mediático, impulsó la novela a venderse en todo el mundo y, naturalmente, a llevarla al celuloide.
Acerca de los lugares históricos, este aspecto de la novela la hace más atractiva, porque son muchísimas las personas que hemos tenido la oportunidad de estar en la Gran Galería del Museo del Louvre frente al increíble cuadro de la Mona Lisa de Da Vinci, así como quienes no la han visto, pero la conocen a través de libros, películas, reproducciones, etc., y todos la llevamos grabada como una estampa en el archivo cerebral, y cada vez que se le menciona se vuelve a evocar con nostalgia, de lo bella que es. Lo mismo sucede con el fresco de La Última Cena en Milán, Italia, y otros sitios como el Vaticano, la Abadía de Westminster o la iglesia de Saint- Sulpice, la cual debido al éxito del libro exhibió su aversión hacia su repentina fama con un letrero en francés e inglés que señala: ?contrario a afirmaciones fantasiosas en una reciente novela, éste no es un vestigio de un templo pagano. Ningún templo de ese tipo existió jamás en este lugar?.
Las creencia de los católicos son cuestiones de fe y ésta es inamovible, pero otro aspecto muy negativo de esta novela son las referencias que hace sobre la institución católica del Opus Dei, fundada en 1928, lo cual trata erróneamente desde el principio del libro, empezando porque el personaje es un monje y no tienen monjes entre sus miembros, son sacerdotes; además, no es una organización secreta sino todo lo contrario, se dedican a la docencia con escuelas en todo el mundo y lo que fomentan es la espiritualidad, el amor a Dios y la ayuda al prójimo, independientemente del ambiente en que se desenvuelva la persona, ya sea laboral, familiar, social, escolar, etc., lo que consideramos que en esta época son dones inapreciables y en este aspecto sí considero que ocurre un ataque directo a la Iglesia Católica porque el libro da por sentado que dentro de estos grupos existen ritos anacrónicos y que son capaces de asesinar para defender sus ideas, lo que es totalmente absurdo. Ojalá que aquellas personas que tuvieran alguna duda se acerquen a integrantes del Opus Dei para que les aclaren sus preguntas.
En lo personal, ¡claro que sí voy a ver la película!... Es una excelente producción, con un gran director y un magnífico actor, como lo es Tom Hanks. Ya comentaremos nuestras impresiones después de verla.