Torreón es el escenario de una competencia poco común entre el gobernador, Humberto Moreira y el alcalde, José Ángel Pérez. Por desgracia el “enfrentamiento” no tiene como objetivo demostrar que político es más eficiente y comprometido con la sociedad, sino el ver quién pone más espectaculares en la ciudad.
Hasta el momento José Ángel Pérez es el ganador al colocar 15 con un costo aproximado de más de 137 mil pesos. Mientras que el profe Moreira se ha “moderado” al colocar 13 anuncios con un costo al erario público de 74 mil 750 pesos.
Desde los días en que Humberto Moreira era alcalde de Saltillo, dio muestra de su gusto por promocionar su imagen a lo largo y ancho del estado. Los señalamientos de los regidores panistas fueron muchos, asegurando que el ex alcalde de Saltillo había rebasado el presupuesto destinado al rubro de publicidad. Más allá de las declaraciones no pasó nada. Un Congreso del Estado con mayoría priista se encargó de congelar el tema al aprobar las cuentas públicas.
Ya como candidato del PRI a la gubernatura, Humberto Moreira no tuvo empacho en abrir la chequera, los reclamos de los empresarios y de su principal contendiente el panista, Jorge Zermeño, nuevamente se hicieron presentes, asegurando que se había rebasado los topes de campaña al poner espectaculares en todo el estado siendo todavía alcalde de Saltillo. Para Zermeño el proceso electoral estuvo viciado de origen.
Por su parte José Ángel Pérez, como diputado local, fue de los más severos críticos de su antecesor el también panista, Guillermo Anaya. Para el entonces diputado local no se justificaba tanto derroche en publicidad por parte de Anaya. A poco menos de un año de haberse convertido en alcalde, José Ángel Pérez ha cambiado su visión de las cosas.
En entrevista publicada el primero de junio de 2006 en El Siglo de Torreón, el hoy alcalde se refiere a la necesidad de “informar” a la ciudadanía sobre el trabajo realizado, justificando así sus espectaculares.
“Finalmente también hay que decir que un gobernante tiene que difundir sus acciones, sus obras y ése fue el sentido que le quisimos dar a la difusión; hacer esa presencia -no tanto de la persona- porque sí, efectivamente, el municipio se percibe con el presidente municipal a la cabeza y creo que ése es el trabajo que realizamos en la manera de informar y de dar a conocer las acciones que estamos realizando”, declaró en aquella fecha el alcalde de Torreón.
Sin embargo, a pesar de aseverar que no le interesaba promocionar su persona, es él la “estrella” de todos los espectaculares, aunque algunos se refieran a la presidencia en su conjunto o al Centenario de Torreón.
De esta forma, demostrando una capacidad camaleónica, los torreonenses han visto al alcalde de camisa frente a un ejército de patrullas asegurando que Torreón tendrá la mejor Policía del norte del país. También se ha dejado ver en espectaculares acompañados de señoras o bien con casco y pala para promocionar el programa La presidencia va contigo. Espectaculares sobre su programa de radio también se aprecian en la ciudad y mención aparte merecen los referentes al Centenario de Torreón donde se le ve con una mano en el corazón, lo mismo teniendo de fondo la Casa del Cerro que el Puente Plateado.
El pasado jueves seis de octubre, diputados de la Comisión de Gobernación del Congreso de Coahuila rechazaron una iniciativa para reducir la mitad del gasto permitido para la promoción del Gobierno Estatal, los Ayuntamientos y los poderes Legislativo y Judicial.
La iniciativa presentada por Acción Nacional pretendía reducir el tope de gasto en promoción para los gobiernos de tres por ciento a 1.5 por ciento de sus presupuestos anuales.
Actualmente el Ejecutivo Estatal tiene autorizado para gastos de promoción 545, 290, 000 pesos. Mientras que el municipio de Torreón puede gastar 30, 600, 000 pesos al año.
El argumento de la bancada priista para echar abajo la propuesta en voz del diputado, Sergio Reséndiz, fue que en aras de la transparencia es necesario informar que hacen los gobernantes, por lo que el dinero no es un despilfarro para cumplir con la Ley de Acceso a la Información Pública.
La justificación resulta paradójica, porque si algo ha caracterizado al Gobierno de Humberto Moreira, es el no contestar las solicitudes de información hechas por el ICAI. El hermetismo es sobre todo en lo referente a los gastos de publicidad.
Desde el 20 de junio del presente año el Grupo Radio Estéreo Mayrán solicitó por medio del ICAI información sobre cuánto gastaba el Gobierno de Moreira en publicidad, hasta el momento no ha habido una respuesta satisfactoria.
Otro dato preocupante es que el Gobierno Estatal perderá el próximo año 600 millones de pesos, debido a que la Federación suspendió la entrega de excedentes petroleros. Vaya, dejará de percibir casi la misma cantidad de dinero que gasta en promoción. ¿Qué será más importante para el ciudadano, ver su calle pavimentada o la foto del gobernador en un espectacular?
Lo mismo ocurre con el alcalde José Ángel Pérez, que muy pronto cedió a la tentación de promocionar su imagen con miras a la gubernatura del estado. Incluso ya en alguna ocasión Humberto Moreira, declaró que el alcalde panista estaba imitando su estrategia para llegar a la gubernatura.
Lo único cierto es que la sociedad civil está cansada del despilfarro de la clase política. Si un ciudadano ve que pavimentan su calle, construyen puentes y el agua no falta en su casa, inmediatamente tiene la percepción que sus gobernantes sí están trabajando, para ello no es necesario invertir en tantos espectaculares.
Hay una gran diferencia entre el informar y el promocionar el culto a la imagen. Piense cuántos puentes se podrían construir con 545, 290, 000, si el DVR costó 140 millones de pesos.
Urge establecer “candados” que limiten el gasto publicitario, ya que resulta inmoral construirse una imagen a costa del erario.
Finalmente la percepción ciudadana es que los políticos que más gastan en promocionar su imagen son aquellos que menos trabajan por su comunidad, después de todo la mayoría de las veces la publicidad gubernamental es una gran mentira que oculta realidades.
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